Músicos de la Orquesta Filarmónica de Nueva York posan frente al aeropuerto de Pyongyang, la capital de Corea del Norte, y un enorme retrato de Kim Il Sung, el fundador del país comunista. La Filarmónica dará un concierto en Pyongyang, este martes. (AP)
En un hecho sin precedentes, la Orquesta realizará una histórica actuación en el país comunista.
La Orquesta Filarmónica de Nueva York arribó ayer a Corea del Norte, siendo la institución cultural estadounidense más importante que visita este país comunista, cuyo régimen mantiene a su pueblo en un aislamiento casi total del mundo.
Corea del Norte, en un hecho sin precedentes, permitió que una delegación de casi 300 personas -entre músicos, personal y periodistas- llegara a Pyongyang en un vuelo charter para una estadía de 48 horas.
La Filarmónica aceptó la invitación del Gobierno de Corea del Norte, alentada a ello por Washington en uno de los escasos momentos de optimismo en medio del prolongado enfrentamiento nuclear entre los dos países.
Está previsto que el histórico concierto de la Filarmónica sea transmitido hoy en vivo por la televisión y radio estatales, algo inédito en un país donde todos los eventos están coreografiados sólo para alentar el culto a la personalidad del líder Kim Jong Il.
Estados Unidos y Corea del Norte están técnicamente en guerra pues la Guerra de Corea concluyó en 1953 con un armisticio, sin que firmasen un tratado de paz.
Además, después de ensayar con éxito una bomba atómica en octubre de 2006, Corea del Norte clausuró su principal reactor nuclear en julio y ha aceptado desmantelarlo a cambio de que Estados Unidos envíe ayuda y lo retire de las listas de estados considerados terroristas y sujetos a sanciones.
Pero el proceso se empantanó este año al acusar Washington a los norcoreanos de no declarar cuáles programas atómicos desmantelará, como prometió Pyongyang bajo un acuerdo internacional. El director musical de la orquesta, Lorin Maazel, defendió la decisión de viajar a pesar de los aspectos políticos del viaje.
“Creo que hubiera sido un grave error no aceptar la invitación”, dijo al arribar al aeropuerto de Pyongyang.
“Soy un músico, no un político. La música tradicionalmente ha sido una arena, un área donde la gente entra en contacto. Es neutral, es espectáculo, es persona a persona”.
El programa del concierto incluye la Novena Sinfonía de Antonin Dvorak, “Del Nuevo Mundo”, y “Un americano en París” de George Gershwin. También preveía ejecutar “Arirang”, una canción tradicional coreana.
La orquesta tiene previsto además interpretar los dos himnos, estadounidense y norcoreano, y la sala estará enmarcada por banderas de ambos países.
La Filarmónica de Nueva York permanecerá tres días en Pyongyang, donde impartirán clases a músicos norcoreanos y tocarán junto a la Orquesta Sinfónica de ese país.