La asociación civil Biodesert liquidó a los hermanos Arturo y Alfonso Orona, ex trabajadores en la administración de la Reserva Ecológica Municipal Sierra y Cañón de Jimulco.
Gerardo Jiménez, consejero presidente de Biodesert, dijo que los Orona fueron dados de baja de la asociación en noviembre del año pasado, por lo que la asociación civil fue demandada laboralmente, situación que se resolvió ayer con el pago de la liquidación que finiquita el juicio laboral número 173/2008-SAI llevado a cabo ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA).
Jiménez consideró que desde la remoción, los Orona “pretendieron convertir este asunto laboral en un escándalo político realizando acusaciones infundadas contra Biodesert y sus miembros”.
Como se informó oportunamente, el martes 19 de agosto este grupo allanó las oficinas de la asociación, profiriendo amenazas e insultos a las personas que ahí se encontraban, a la vez que destrozaron los bienes y objetos que tuvieron a su alcance. Ante estos hechos, Biodesert interpuso una denuncia penal para que se aplique la Ley como respuesta a los actos vandálicos.
Mediante un comunicado, el representante de la asociación informó que: “A pesar de la forma en que los hermanos Orona Pereyra no han escatimado en sus afanes difamatorios y delictivos, Biodesert y el municipio como demandado subsidiario, en apego a la Ley decidieron efectuar el día de hoy (ayer) 26 de agosto, el pago de la liquidación que finiquita el juicio laboral número 173/2008-SAI, llevado a cabo ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, demostrando con ello que estamos dispuestos a cumplir la Ley en el ámbito en que nos desempeñamos, ya que también tenemos confianza de que la denuncia penal que se interpuso por los hechos delictivos del martes 19 de agosto, como las dos anteriores que se interpusieron por el robo de bienes que estas personas realizaron al dejar de prestar sus servicios con la Asociación, y la despojo y destrozos que efectuaron en la biblioteca de La Flor de Jimulco, procedan y se les aplique el peso de la Ley de modo tal que unos y otros hechos no queden impunes”.
En el documento, Biodesert reiteró su rechazo y condenó la forma en que este grupo de personas se ha conducido. “Nos queda claro que dicho proceder nuevamente perjudica temporalmente las actividades que se vienen desarrollando en esta área natural protegida, en particular afecta a los habitantes de las comunidades rurales que han abrazado este bondadoso proyecto, ya que los hermanos Orona y su grupito quieren hacer creer a la ciudadanía que en Jimulco priva un ambiente de violencia cuando en su seno la gente vive su cotidianeidad para salir adelante y además, condenan también su proceder”, manifestó.
