¿Formar o reclutar directivos?, un dilema empresarial
Sólo el diez por ciento de las empresas prefiere combinar ambas estrategias.
Quizá no sea tan profundo como el dilema que discute la existencia de vida en otros planetas; pero sin lugar a dudas asumir una postura entre formar o seleccionar a los directivos de una empresa resulta un hecho más importante.
Un sondeo de la escuela de negocios ICAMI asegura que las grandes empresas que operan en México prefieren formar a sus directivos de forma interna antes de recurrir a las agencias de colocación de personal para encontrar el prospecto idóneo en niveles ejecutivos.
Los gerentes de Recursos Humanos consideran en un 78 por ciento que lo mejor para la organización es formar a sus propios directivos, cifra muy superior al 12 por ciento que opta por los servicios de reclutamiento externos, mientras que el diez por ciento prefiere combinar ambas estrategias.
Durante el 2007, 54 por ciento de las empresas consultadas tuvo vacantes directivas de primero y segundo nivel, mientras que el 46 por ciento se mantuvo sin cambios.
Este fenómeno habla de las oportunidades laborales que existen en el mercado, aseguró Conrado Antonio Larios Prado, director general de ICAMI.
En entrevista, el académico precisó que casi la mitad de las empresas consultadas atendió sus vacantes a través de la promoción de ejecutivos internos, mientras que el 27 por ciento las cubrió con servicios de reclutadores y el resto utilizó las dos posibilidades.
“Aunque claramente las organizaciones prefieren formar directivos desde adentro, en ocasiones el perfil que se busca para el crecimiento de la organización no está en la empresa, por lo cual las organizaciones recurren a servicios externos”, apuntó Larios Prado.
Una forma de evaluar el éxito en la selección de los directivos es a través de los resultados alcanzados. Al analizar la relación en el origen del reclutamiento, 54 por ciento de las empresas consideró que la selección es indistinta a la hora de medir resultados; en tanto, el 44 por ciento mencionó que sólo los directivos formados desde dentro dan mejores resultados contra dos por ciento que se inclinan por los directivos reclutados de forma externa.
El directivo de ICAMI reiteró que sea cual fuera la forma de obtener directivos siempre es de suma importancia capacitar al personal, para lograr una mejor productividad y mejores resultados de sus directivos.
“Es importante que las empresas sean conscientes de que la capacitación del personal es una inversión y no un gasto, si invierten en capacitación tendrán resultados muy satisfactorios como obtener mayor rentabilidad y actitudes positivas en su planta laboral”.
Agregó que también se eleva la moral de la fuerza de trabajo, ayuda al personal a identificarse con los objetivos de la organización, mejora la relación jefes-subordinados, incrementa la productividad y calidad del trabajo y “algo muy importante contribuye a la formación de líderes y dirigentes”, sentenció Larios Prado.
Para el director del ICAMI, escuela de negocios especializada en la formación y perfeccionamiento directivo que sostiene estrecha colaboración con el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE), un factor importante para seleccionar el modelo de reclutamiento es la estrategia operativa de cada organización y definir quiénes pueden ocupar esas posiciones.
Por ejemplo, para algunas empresas el hecho de que un trabajador logre mayor antigüedad en la organización es sinónimo de conocimiento.
Sin embargo, una persona que llega de otra empresa tendrá “indudablemente” experiencia qué aportar, aunque deberá entender lo que la nueva empresa hace.
Respecto al costo de ambas modalidades, Larios Prado advierte que todo dependerá de la rentabilidad, aunque una ventaja contundente es la conformación de lazos de confianza hacia y de la empresa; hecho que se traduce en un factor de retención.
El sondeo se realizó durante los meses de febrero y marzo de 2008 y se encuestó a más de 40 empresas en México, 50 por ciento de ellas con una planta laboral de más de mil empleados, 31 por ciento con una nómina de 250 a mil trabajadores; 19 por ciento con menos de 250 elementos humanos.