¿NOS MERECE AMPARÁN?
El pasado miércoles 26 de marzo, el señor Amparán ofrece su opinión dentro de su columna “El Comentario de Hoy”, respecto a la situación por la que actualmente camina la Izquierda más representativa de México.
Quiero decirle señor Amparán que tengo una visión distinta a la suya respecto al mismo asunto.
En primer lugar no me asusta ni me escandalizo de las probables irregularidades del proceso electoral interno del PRD; como tampoco lo hice con las frivolidades de Fox, ni de las luchas encarnizadas dentro del PAN, ni de la guerra sucia de la cúpula empresarial, ni del asesinato de Colosio, ni cuando se cayó el sistema en el 88, etc. No soy cínico, tampoco simplista; no pertenezco a ese partido, pero sí soy simpatizante de la Izquierda desde hace muchos años. Y estoy orgulloso de serlo.
Ser de la Izquierda no es pose: es una visión integral responsable. Por supuesto que en cualquier organización social es posible encontrar mercenarios, aun en las más excelsas.
El que algún comentarista, como usted señor Amparán, se atreva a opinar por los millones de simpatizantes que tiene la Izquierda mexicana, respecto a que si merecíamos el que algunos hagan trampa, le digo a usted: ¿merecemos tolerar comentarios tontos respecto a la preferencia política personal de cada uno de los lectores, que nos consideramos de la Izquierda, haya o no partido que nos represente?
Me queda claro, señor Amparán, que no me atrevería a condenarlo a usted, ni a los miles de panistas o priistas por las triquiñuelas de algunos de sus representantes. ¿Es culpa de quienes creen en ellos? ¡Y vaya que hay mucha tela y telares a dónde acudir!
Le solicito, encarecidamente, que cuando hable y escriba de política recurra a su práctica política individual, no a la de los demás.
¡Sí, yo merezco a esa Izquierda por la simple razón que es una organización humana, tan humana y frágil como usted y yo, señor Amparán!
Sólo en las organizaciones dictatoriales es casi imposible encontrar torpezas.
Usted, ¿a qué organización política perfecta y pura pertenece?
¿Qué esfuerzo, hazaña o sacrificio hizo usted para obtener el privilegio de gozar, desde su concepción materna, de todas las garantías individuales consagradas en la Constitución?
