Democracia y Consulta
Cientos de años han pasado sin que los gobernantes se hayan preocupado por implementar un proceso de consulta personal, real, verídica y pública sobre asuntos que tengan qué ver con la vida de la sociedad mexicana. No es suficiente la estadística como tal.
No basta, según mi criterio, que nuestros representantes ante el Congreso hablen en general por nosotros de tal manera que fuese posible reproducir nítidamente nuestras inquietudes, proyectos... etc.
Cuando se estableció el Proyecto para el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, fueron muchas las voces moralmente autorizadas que impulsaron la idea de que se consultara a las organizaciones más frágiles y a la población adulta en general para que opinaran sobre la pertinencia de tal iniciativa gubernamental. No se hizo. La consulta fue muy selectiva.
Las consecuencias para la inmensa mayoría de los mexicanos permanecen dentro de nuestra experiencia: triunfaron las empresas más consolidades con el capital interno y externo, por la parte minoritaria; por la otra fracasó la mayoría de personas, quienes para superar la crisis de competitividad laboral y salarial, tuvieron que autoexiliarse a los Estados Unidos y Canadá para sobrevivir entre los migrantes crónicos.
Hasta cantantes, actrices, actores, comunicadores y uno que otro “ciudadano del mundo” perdió prospectiva de país para quedarse, para consuelo emocional, con el folklore. Yo pienso que la democracia real e informada no es un obstáculo para nadie. ¿En nuestra familia no consultamos sobre proyectos importantes para toda la nación?
Javier González Cornejo,
Torreón, Coahuila.
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Reforma Energética
Estimado lector, ¿estás informado realmente de todo lo que significa una reforma energetica?, pues es muy amplia y toca asuntos muy delicados y sensibles para la ciudadanía, como cambiar normas y prácticas que en un futuro nos van a beneficiar, claro sin que por ningún motivo se vaya a violar la Constitución.
La verdad es un tema muy complicado que solamente los expertos en la materia y conocedores de las leyes pueden darnos su opinión y a ellos es a quienes debemos escuchar para formarnos un criterio razonable.
Es muy aventurado en creer con simpleza que nos van a robar el petróleo, por eso tenemos un Congreso y es el que nos representa y alza la voz cuando se quiere dañar al país, lo demás es simple politiquería.
María Concepción Espinoza Sáenz Pardo,
Torreón, Coahuila.
