‘EL PROMETER SÍ EMPOBRECE’
Durante la campaña electoral para elegir presidente de la República y legisladores al Congreso de la Unión, evento que se desarrolló con grandes expectativas en el año 2005, los candidatos a presidente de los tres partidos que integran la mayoría en votos, entre otras cosas prometieron: la baja en el precio de las gasolinas y en la electricidad; reformas fiscales más blandas, un ajuste a los precios de la canasta básica, mayor seguridad y abatir de manera formal el desempleo.
Los tres, Madrazo, López y Calderón lo prometieron. A dos años de distancia de su toma de posesión el Gobierno calderonista ha hecho todo lo contrario y hoy, que no es campaña, no hay quien le haga frente a la situación en alguno de estos rubros.
Diecisiete aumentos en lo que va del año a la gasolina y diesel; más los que a los productos alimenticios básicos se han autorizado; el invento del IETU; el crecimiento de la impunidad y crimen organizado y el cierre sistemático, por esta inseguridad, de empresas cuyos dueños han emigrado del país en busca de mejores condiciones para ellos y sus familias; todo esto encadenado y altamente politizado.
El pueblo clama hoy por aquella realidad que se les prometió en campaña y que se solidarizó en las urnas. Es urgente que el presidente electo dé una buena sacudida a sus colaboradores, tal vez, incorporar a gente más creativa, con nuevas ideas y sin tanto compromiso con negocios familiares o de grupo, que en verdad conozcan las carencias y necesidades del pueblo, que estén más alejados del Congreso y sus excentricidades como el restaurante de lujo que los alimenta en el interior de la Cámara y sus insultantes salarios.
Ahora que andan de moda los exámenes de oposición, don Felipe ojalá tome esta pauta; pero le aconsejo que su examen sea mejor de selección, ya que si pone “uno de oposición” pues menos le van a ayudar.
Hoy vemos que el prometer, sobre todo en campaña, sí empobrece.
Miguel Gerardo Rivera,
Gómez Palacio, Durango.
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CUESTIONAN CHOFERES TARJETA PREFERENCIAL
Mi queja es sobre los choferes del transporte, hace unos días saqué mi tarjeta preferencial de estudiante de la UA de C preparatoria abierta, sólo que cada vez que checo, los choferes me piden la credencial para ver si soy la misma que la de la tarjeta, porque como me veo grande, de 35 años, cómo es que estoy pagando de estudiante, ahora me da pena pagar así, aunque todavía tengo un saldo, no hay lío yo les pago los 5.50, ¿y mi saldo?
No creo que me quieran cambiar ahora a tarjeta normal, pocas veces me he sentido discriminada como en estas ocasiones.
Ana Laura Ruiz,
Torreón, Coahuila.