RECARGAS EN TARJETAS ECOBUS
Mi queja es sobre la tarjeta recargable Ecobus; es un robo. Tengo dos hijos estudiantes, a uno le recargué 20 pesos sólo una ida de $3.50 y ya, y para usarla otra vez no tenía saldo: marcaba rojo y no es justo. A mi otro hijo le recargué 50 pesos en 3 vueltas de $3.50 se terminó. ¿Usted cree que sea justo? ¿Adónde vamos a parar?
La ruta es Transiglo La Cortina-Alianza-La Cortina; por favor hagan algo será mejor pagar la tarifa
completa a estudiantes y a niños que recargar la tarjeta que es un gran robo. ¿Con quién podrá dirigirse uno para que se haga justicia? Así pasa a gente también de la tercera edad.
Blas Estala Espinoza,
Torreón, Coahuila.
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‘HOY SOBORNÉ A DOS OFICIALES DE TRÁNSITO CON 52 PESOS’
Me siento triste, desmoralizado y decepcionado, de la Autoridad y de mí mismo por haberlo sobornado,
después de una fiesta con sólo 4 cervezas de 335 ml, en mi regreso y rumbo a mi casa, una patrulla de Vialidad en un Tsuru me marcó un alto, descendí del auto y me preguntó si había bebido, para serle honesto le dije que sí, pero no venía en estado de ebriedad, no creo que en el estado en el que venía fuera a hacer un accidente pues es lo que se toma en un restaurante, para el colmo lo soborné con 52 pesos mexicanos y devaluados a 2 oficiales de tránsito, es lo que más me entristeció, porque recientemente defendía ante mi familia y amigos que ni siquiera con 1 peso sobornaría ni a un tránsito, y lo hice para evitarme un abuso de autoridad y que me detuvieran en la Colón. Mi pregunta a las autoridades: ¿Qué los tránsitos o policías no son servidores públicos? ¿Y qué para eso ellos ganan de nuestros impuestos que yo mismo contribuyo? ¿No sería más educativo y ayudaría a cambiar a México para bien, en vez de multarte, que te llevaran a tu casa? ¿Qué no ayudaría a hacer un acto de conciencia
a la población?
Realmente esto es el tercer mundo, falta educación, cambios en el contenido de la televisión, lectura
y cultura, estamos lejos de ser un país, consciente y me uno a ello, cualquier funcionario público, tiene un precio, eso lo comprobé ahora, y no tienen un precio, tienen cualquier precio, el chiste es aprovecharse y sacar ventaja, ésa es la cultura del mexiquense.
No me gusta mi país, ni mi gente, me siento triste y desmoralizado con mi país y con el hecho que permití, pues con estos pequeños detalles, es la suma de muchos... de infinidad de pequeños detalles, que tienen a México al borde de la corrupción, por permitir, por callar, por minimizar el hecho cuando uno es el que corrompe, ¡qué asco!
Anónimo.
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