‘POR LA GRANDEZA DE GÓMEZ PALACIO’
Somos los actuales gomezpalatinos herencia de aquellos hombres y mujeres de hace más de cien años, con orgullo, tenaces y tercos, luchadores y sin grandes recursos, que convirtieron su tierra y sus grandes sueños en industrias de orgullo y progreso nacional. Realmente somos una sociedad convencida de que nuestras autoridades están en el camino correcto, solucionando problemas reales y añejos de nuestra ciudad priorizando las obras de acuerdo a programas definidos o sólo se hacen obras cortoplacistas, personalizadas y en lo oscuro, sin un sustento basado en las necesidades reales de la comunidad. Realmente somos una comunidad que cada año va aumentando su patrimonio y el futuro es una oportunidad para el progreso y el bienestar.
Han sido demasiados los años sumando tres y seis años en que hemos esperado a que sean las autoridades en sus tres niveles quienes sean los conductores para solucionar nuestras carencias y necesidades, como responsables y administradores de nuestros dineros. Pero durante esos muchos años, nos hemos convertido de patrones a súbditos, nos hemos convertido en una sociedad civil demasiado fácil y pasiva, indiferente, dependiente y controlada, reclamando únicamente en nuestras reuniones sociales y en el interior de nuestras casas.
Mi invitación a toda la sociedad civil de Gómez Palacio, es que a partir de este momento, con decisión, unión y trabajo, pongamos lo mejor de nosotros para forjar una vida nueva, a pensar y ser grande, dispuestos a levantar este Municipio tan golpeado y olvidado del progreso y la superación como persona y como comunidad. Participemos activamente en las Cámaras, Agrupaciones, Asociaciones civiles, en Juntas de Vecinos de nuestras colonias o en la forma que mejor encuentres, y si no existen decídete y forma una. Lo único importante y urgente es participar y hacer valer nuestra opinión, razón de ser de los funcionarios públicos.
Reforcemos nuestra memoria histórica y reencontremos nuestra perdida identidad como comunidad, ya que una sociedad que se conoce a sí misma es capaz de ser autocrítica y desarrollar un elevado sentido de orgullo cívico.
Sí, apoyemos a nuestros funcionarios públicos en un marco de diálogo constructivo y de respeto mutuo, pero sepamos también exigir abiertamente la responsabilidad y el profesionalismo en sus encomiendas, demasiadas veces sostenidas sólo con explicaciones burdas y muchas veces faltos de capacidad y autoridad en sus materias. Pensemos siempre primero por el progreso y la grandeza de Gómez Palacio, Durango.
Ramón I. González González,
Gómez Palacio, Durango.
