Para Algodoneros de Torreón no hay más que ganar hoy domingo y mañana en casa, para regresar a Durango el próximo miércoles y buscar la hazaña de eliminar a los Lobos Grises de la UAD, en el mismo Auditorio del Pueblo.
El primer paso es aprovechar la condición de local, en donde Torreón fue el mejor de toda la liga y para ello el equipo de Javier Díaz-Castroverde necesita mantener la calma y la concentración.
Para lograr el objetivo es importante el apoyo del público, el cual se espera que llene de bote en bote el Auditorio Municipal, para que a partir de ahí ejercer una gran presión sobre la quinteta de Lasalle Taylor. El comportamiento de los laguneros deberá ser ejemplar, para darle una lección a la gente de Durango, sobre la forma de tratar a un visitante, cuando deportivamente se defiende una causa dentro de un escenario deportivo.
La derrota del jueves por 90 a 79 y del viernes por 96 a 95 en tiempo extra, son una muestra de lo que puede hacer el equipo de Torreón. El marcador en el primer juego de play off no refleja lo sucedido en la cancha, mientras el decidido en tiempo extra es una muestra clara de que en la duela están frente a frente dos escuadras muy niveladas.
En cuanto a los cuadros iniciales el de Torreón parece superior al de Durango, pero en donde los Lobos Grises son superiores es en la banca. Los últimos extranjeros contratados por Durango (Brandon Cole y Corey Anders) no están a la altura de un Larry Taylor o los importados de Algodoneros, aunque a la hora de voltear al banquillo se ven nombres como el de Miguel Acuña, Eric Hare y Noé Alonzo, quienes pueden ser titulares en cualquier equipo de la LNBP, la situación es tan clara que Noé Alonzo vino del banquillo para ser clave en el primer partido, mientras que el ex algodonero Eric Hare, demuestra cada día que quienes tomaban las decisiones deportivas en aquel entonces se equivocaron al no darle la continuidad que merecía.
Al ubicarse en la situación actual de Algodoneros, es muy claro que se cuenta con un grupo de jugadores de excelente calidad en cuanto a lo deportivo, porque un verdadero profesional requiere además ser íntegro como ser humano, auténtico profesional y comprometido con su equipo, al cual respalda una gran afición. Aquel que reconoce todos esos aspectos y además es respetuoso de sus compañeros, de su cuerpo técnico y hasta de los medios informativos, entonces será un profesional de pies a cabeza, como los que Algodoneros poco a poco ha conseguido.
Como ejemplo basta señalar el nombre de Clint Deas, abatido al término del segundo juego de play off; al dirigir algunas palabras de aliento y felicitación al moreno, nos respondió agradecido, pero su dolor era grande al no haber alcanzado la victoria. Clint es un jugador que no llama mucho la atención, pero si se hiciera un cuadro de honor de los algodoneros más profesionales y con mayor pundonor en los ocho años de historia, el nombre de Clint Deas tendría que aparecer. Deas fue un verdadero dolor de cabeza para los Lobos Grises y seguramente esta tarde volverá a dar una muestra de todas sus cualidades.
El viernes al mediodía Algodoneros realizó una práctica ligera en Durango, prácticamente todos los jugadores estuvieron atentos y el trabajo se enfocó a la manera de neutralizar a elementos como Miguel Acuña, Eric Hare y Noé Alonzo, sumamente peligrosos por su efectividad a la hora de intentar triples. Por momentos el trabajo fue efectivo, pero también Durango trabajó su estrategia, sobre todo para anular a Noah Brown, que una noche antes había sido una verdadera pesadilla. Noah se soltó hasta el último cuarto, pero en esta ocasión Blake Walker salió en una noche de inspiración y Durango tuvo serios problemas para contener el ataque algodonero.
Una derrota muy dolorosa, que pone a Algodoneros contra la pared, aunque es muy claro que hoy se cuenta con un equipo digno de una ciudad que recientemente celebró su primer centenario, pero sobre todo de una afición que ha apoyado y que seguramente esta tarde hará su papel desde las tribunas para alentar a su equipo, pero siempre dentro de las normas de respeto al rival y a los visitantes que vendrán de Durango a hacer causa con su equipo.
Hoy no hay tiempo para una derrota más porque todo habrá terminado y llegó la hora de que aquel jugador que se sienta en deuda ponga su saldo al corriente, porque es necesario recalcar, Algodoneros sí requiere de elementos de muy buenas cualidades en lo deportivo, pero los necesita de extraordinarias condiciones como ser humano, lo que en parte se demuestra con absoluto respeto a su cuerpo técnico y a sus compañeros.
No queda entonces otra alternativa que ganar esta tarde, repetir el lunes y buscar la hazaña en un quinto juego, a celebrarse en Durango. Hasta donde llegue Algodoneros en esta temporada se habrá dado un gran paso, quienes lo apoyaron deberán estar orgullosos de tener un equipo comprometido y afortunadamente con muy contadas excepciones, integrado por verdaderos profesionales.
Vamos al Auditorio Municipal de Torreón a disfrutar de un gran partido de basquetbol, pero siempre con ese espíritu lagunero de respetar al visitante, tanto al que estará en la cancha, como a quienes lo alentarán desde la tribuna.
