Una semana de buen basquetbol se vivió en Torreón con motivo del Campeonato Nacional de Basquetbol de la Conadeip, en Juvenil B, los equipos foráneos arrasaron en ambas ramas y fue triste ver a los representativos laguneros en un nivel tan inferior al de otras entidades. El equipo de la Escuela Carlos Pereyra perdió por ¡61 puntos! de diferencia ante el Tecnológico de Monterrey Campus Estado de México.
La situación es tan lamentable como clara y refleja la falta de un trabajo bien planeado en la detección y desarrollo de talentos laguneros. Pero si se carece de entrenadores preparados, entonces el panorama es aún más oscuro; en la rama varonil se coronó la Preparatoria del ITESM Campus Monterrey, ahí se nota la mano de Ignacio Moreno, desde hace varios años encargado del baloncesto en aquella institución regiomontana.
Existe en La Laguna, al igual que en otras disciplinas deportivas, material para tener equipos de basquetbol contendientes, pero es necesario detectar a esos talentos desde muy pequeños, enseñarles los fundamentos del Deporte Ráfaga y evitar de inmediato su desarrollo entre los vicios y defectos que aparecen cuando un jugador está en formación.
Pero si algunos talentos del basquetbol se pierden por no recibir la atención debida, el problema es la falta de torneos en donde los jóvenes desarrollen sus habilidades; la competencia en cualquier deporte es fundamental, y en la Comarca Lagunera los campeonatos bien organizados son bastante escasos, a menos que haya un organismo como el Conadeip, el Condde, o bien, la Olimpiada Nacional. Cuando un jugador termina su elegibilidad en la categoría Elite se rompe el proceso de formación por la nula actividad que viven hasta que llegan a la Primera Fuerza, en donde el nivel está a años luz del que se tiene en Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Chihuahua, Sonora, Baja California o el Distrito Federal.
Hoy en día los padres de familia de un joven basquetbolista tienen que sacar recursos de su bolsillo para el pago del entrenador, los departamentos municipales del deporte no se han preocupado por tener un coach oficial que se encargue de dar vida a las escuelas y organizar torneos de verdadera calidad. Después viene otro problema, el pago del arbitraje, en donde otra vez el bolsillo del papá se ve afectado, la situación es más crítica cuando el juego no se realiza por la ausencia de un equipo, en el clásico default también hay que pagar el arbitraje.
En el reciente torneo de la Conadeip el nivel de basquetbol de los equipos visitantes resultó muy superior al trabajo de los árbitros asignados, el común denominador de los partidos fue de constantes reclamos de entrenadores, jugadores y seguidores de los equipos, con respuestas del cuerpo arbitral que resultan alarmantes, porque demuestran el desconocimiento de las reglas. Es necesario que los silbantes, sin importar a qué grupo pertenezcan, desempeñen su labor en la cancha por verdadera vocación y no por ir en busca de un peso, para lo cual incursionan en una actividad que no les apasiona.
Existen quienes se dedican a la enseñanza del basquetbol, pero durante su infancia o adolescencia jamás tuvieron un balón en sus manos, en esas condiciones cómo se pueden transmitir conocimientos a los jóvenes en formación, sólo se hacen cosas importantes cuando hay “garbanzos de a libra” como algún día fueron Armando “Pelón” Gutiérrez, Miguel Ángel “Pitoloco” Gómez o Guillermo Cepeda.
Se avizoran tiempos de cambio en la Federación Mexicana de Basquetbol, se habla de comisiones de Mercadotecnia y Negocios, de Selecciones Nacionales y de Asuntos Técnicos, pero es evidente la falta de una Comisión de Infantiles y Juveniles, así como de otra que se encargue de capacitar a los entrenadores y vigilar que los árbitros estén actualizados y mantengan un nivel importante. La organización de torneos de calidad es fundamental, que el ambiente del basquetbol se viva con intensidad.
, porque es increíble que hace 50 años o más, cuando sólo había una cancha, el Deporte Ráfaga ocupaba un lugar relevante en La Laguna, hoy, con escenarios modernos y mucho más recursos, se tiene que aceptar que el basquetbol lagunero está a “61 puntos de diferencia” de lo que se juega en otras entidades, se trata de una realidad que apenas se vivió hace unos días en esta ciudad.
