Lima, Perú.- A casi tres años de su partida, en el Club de Regatas Lima aún añoran aquellos tiempos de Javier Díaz-Castroverde como coach de su equipo, el estratega español fue contratado para hacerse cargo del equipo grande, sin embargo, por su cuenta tomó las riendas de los equipos juveniles y realizó un trabajo completo, del cual varios padres de familia con quienes hemos platicado en Lima, califican como una labor fundamental en el desarrollo del baloncesto en el Club de Regatas Lima.
El Club de Regatas Lima nada era en el basquetbol de la Liga Profesional del Perú, con Javier Díaz-Castroverde se ganaron cinco campeonatos y se dejó un trabajo en marcha con los jugadores infantiles y juveniles, el cual muy pronto tendrá sus primeros resultados positivos.
En la misma playa platicamos con el coach español y recordaba sus años de gloria con el Club de Regatas Lima, en donde se ganaron cinco campeonatos bajo su dirección, y curiosamente cuando él se fue, el equipo volvió a ser un equipo común y corriente. A partir de entonces Díaz-Castroverde se fijó otras metas, entre las que una importante es triunfar en una liga de basquetbol profesional, de nivel superior a la que funciona en Perú.
Su mente estaba en España, cuando apareció su amigo Marcelo Richotti, para platicarle el proyecto de Algodoneros, que en esos momentos vivía una etapa muy complicada, los problemas eran mucho más que las cosas positivas y se necesitaba una sacudida en todos los niveles, Javier Díaz-Castroverde estaba en medio de la escena y muchos fueron los instantes en que el español sintió que sus días estaban contados como estratega de Algodoneros.
Dallas Logan, Fred Hooks y Lawrence Nelson eran los extranjeros del equipo, Issac Gildea actuaba como mexicoestadounidense y el equipo se completaba con jugadores nacionales, prácticamente puros locales, a excepción de Arturo Velasco, quien llegó de Hermosillo para establecerse en la Comarca Lagunera.
La temporada fue tan difícil que apenas se ganaron nueve partidos, Lawrence Nelson entró en el ocaso de su carrera y aceleró la situación al observar un comportamiento muy lejano al de un profesional. Era complicado lidiar con un tipo como Nelson y los problemas se agudizaron cuando vino la suspensión de Issac Gildea, convertido en un jugadorazo, pero con una conducta impropia de un deportista que es ejemplo de chicos y grandes.
Para colmo de males Fred Hooks emigró al basquetbol de China, en donde ese año se reclutó a varios jugadores extranjeros para fortalecer la liga de aquel país oriental. A cambio de la salida de Gildea y Lawrence Nelson, sólo llegó como refuerzo Malcom Batles, jugador de indudable calidad, pero gran aficionado a la fiesta nocturna, por lo cual nunca alcanzó su mejor forma física. Así fue la primera experiencia de Javier Díaz-Castroverde en Algodoneros, la temporada finalizó y al poco tiempo ya se tenía una nueva ilusión.
Así llegó la temporada 2007-2008, se dio la llegada de Karim Malpica, Blake Walker, Lee Cook, James Smith, Paco Luna y Clint Deas; el apoyo del Municipio de Torreón resultó fundamental y fue así como se llegó al play off con buenas posibilidades de trascender, aunque el primer play off se perdió en el juego decisivo de la primera serie.
Hoy en día Algodoneros es un equipo respetado en la LNBP, nadie le ha regalado nada a la organización y el esfuerzo se ha mantenido; falta aún un camino largo por recorrer, y la próxima meta incluye una pretemporada en España, eso hoy apenas es un sueño, pero eso mismo era hace una semanas la pretemporada en Perú.