Lee Cook decía que Algodoneros de Torreón luce fuerte de cara a la nueva temporada de la LNBP, sin embargo el estadounidense también aseguró que el verdadero potencial del equipo se va a ver en partidos frente a rivales de calidad, como el de este martes ante la Fuerza Regia, a las 20:30 horas, en el Auditorio Municipal.
Los Mississippi Warriors jugaron dos partidos frente a Lobos Grises de la UAD y después del segundo partido, el sábado anterior en el Centenario de Gómez Palacio, dos de sus jugadores se veían lastimados y uno más se iba a incorporar a la quinteta duranguense que dirige Lasalle Taylor. Este equipo estadounidense tiene en su mayoría a jugadores de baja estatura, rápidos y de buen tiro de media distancia, pero no se ve un sistema definido; por todo lo anterior Javier Díaz-Castroverde solicitó no jugar ese partido, el cual tenía muy pocas posibilidades de ser útil al cuadro de casa.
Es importante tomar en cuenta las palabras de Lee Cook, un elemento que va por su segunda temporada con Algodoneros, el moreno acepta que el plantel actual es muy superior al de la temporada anterior, pero le asiste toda la razón al asegurar que la verdad de las cosas se podrá manifestar ante rivales de calidad, y quizá hasta que llegue la hora de los partidos oficiales, a partir del cuatro de septiembre.
La salida de elementos como Noah Brown y Daniel Mota deja al equipo de casa sin un hombre con la fuerza y habilidad para ejercer una marcación severa y efectiva ante jugadores habilidosos y fuertes que suelen aparecer en todos los rivales. Hoy Blake Walker es el defensivo fuerte con las características requeridas, pero habrá que ver las caras nuevas, como Paul Stoll, Rolo Núñez, Kenyona Swader, Mike Strobbe y Manuel Guzmán, que hasta el uno o dos de septiembre estará con su nuevo equipo.
Ante esta situación, el trabajo de Javier Díaz-Castroverde en la defensa se ha enfocado a hacer ajustes permanentes, que deberán ser efectivos en determinados momentos y ante ciertos rivales, el aspecto defensivo tiene hoy bastante ocupado al cuerpo técnico que encabeza el estratega español, y también a la directiva, porque el ataque ofrece muchas variantes. Algodoneros será un cuadro netamente ofensivo, pero siempre es importante recalcar que para perforar la canasta enemiga es necesario tener el balón, y eso se consigue con una buena defensa.
En esta transformación también existe otra incógnita y se refiere a lo que podría pesar la salida de Clint Deas, el mejor reboteador del equipo en el pasado torneo, el argumento es que este moreno no hacía muchos puntos, por lo que se buscó un elemento que seguramente no ganará los mismos rebotes pero sí se hará presente en el aro enemigo. Cuando se buscan objetivos grandes siempre es necesario hacer movimientos de igual magnitud.
La preocupación que hoy genera el aspecto defensivo en Algodoneros es lógica porque ver el trabajo diario del equipo en su preparación permite darse cuenta de la situación; generalmente los jugadores en este nivel de basquetbol prefieren invertir su energía en el lucimiento, el espectáculo y en anotar puntos, por lo que suele ser complicado mentalizar al jugador en la necesidad de trabajar fuerte en la defensa, aunque ese proceso en Algodoneros parece caminar por buen sendero.
Y lo que Algodoneros ha hecho para reforzar al equipo es digno de reconocerse, pero en alusión a las palabras de Lee Cook, el resto de los equipos participantes también han aprovechado las bondades del reglamento para fortalecer sus líneas. Ya se han oído críticas que hablan de puros jugadores extranjeros, pero eso es totalmente falso, porque la LNBP en sus lineamientos permite la participación de jugadores descendientes de mexicanos como tales; la medida parece acertada por la escasez de jugadores de calidad y para nivelar fuerzas, en relación a los equipos poderosos, que tienen el apoyo de sólidas empresas privadas, grandes universidades, y gobiernos estatales y municipales.