La Marcha por la Unidad del PRD inició en la delegación Tlalpan en su último tramo de recorrido rumbo al Zócalo, tras haber caminado durante 29 días, desde Quintana Roo, mil 13 kilómetros. (El Universal)
Ninguno de los cinco aspirantes a la dirigencia nacional del partido aceptó participar en el cierre de su recorrido.
La llamada “marcha por la unidad” del Partido de la Revolución Democrática (PRD) resultó un fracaso, luego de que ninguno de los cinco aspirantes a la dirigencia nacional de ese partido aceptó participar en el cierre de su recorrido, en el zócalo de la capital del país. Ante el riesgo de ser agredido por miembros de la Convención Nacional Democrática, Jesús Ortega sólo recorrió un tramo en la delegación Tlalpan y a los 15 minutos abandonó y ya no llegó al Centro de la ciudad.
Mas tarde, sobre avenida Tlalpan, en la delegación Coyoacán, Alejandro Encinas, candidato nacional a la presidencia del PRD, su esposa María Nájera y Ricardo Ruiz, presidente del partido en el DF, alcanzaron a los manifestantes, pero tampoco llegaron al zócalo.
El próximo miércoles, a instancias del gobernador michoacano Leonel Godoy, el PRD hará un último esfuerzo por reencontrar la unidad, durante la llamada “minicumbre” de ex presidentes del partido, gobernadores, funcionarios y legisladores federales y locales.
Sin embargo, Jesús Ortega advirtió que el próximo domingo 16 de marzo estarán frente a frente dos visiones de partido; una de ellas “una izquierda que anda persiguiendo herejes y a todo mundo anda acusando de traidor; que juega la guerra sucia y anda haciendo guerra sucia”.
En abierta alusión a Andrés Manuel López Obrador, el candidato de Nueva Izquierda dijo que algunos “se quejaron, con razón, de la guerra sucia” en 2006, pero ahora en la contienda interna del PRD aplican la misma estrategia. “Nos hicieron guerra sucia, nos aventaron estiércol en la elección presidencial, y en lugar de ser diferentes a los que avientan estiércol, hay compañeros que han hecho eso mismo. Ésos son los dos proyectos de izquierda diferentes”.
Dijo que los perredistas tendrán que escoger entre una izquierda “que la mueve el rencor o una izquierda que la mueven las ideas y los principios. Una izquierda que tiene perspectiva de país y una que tiene perspectiva de secta”. De gira por Chihuahua, Alfonso Ramírez Cuéllar saludó a la “marcha por la unidad” y envió un saludo fraternal luego de no poder acudir al cierre. “No he podido estar con ustedes, porque los tiempos de la campaña son cortos y tengo la responsabilidad de encontrarme con las mujeres y los hombres del PRD en todo el país”.
El candidato convocó a la militancia a escuchar ese llamado por la unidad porque, dijo, “desgraciadamente hay grupos en este partido que son responsables del clima de confrontación que vivimos”.
“A esos grupos hay que decirles que la mayoría de la militancia está harta de la confrontación estéril, que es producto de la disputa del poder por el poder. La confrontación inició cuando algunos perdieron los principios y quisieron imponer una lógica de que ‘el fin justifica los medios’, igualito que en el viejo PRI.
José Alcaraz, promotor de la marcha, advirtió que “sería el peor error histórico de la izquierda y del país, que el PRD se fracturara en este momento cuando los problemas sociales amagan con violentar al país”.
Consideró que la reunión de dirigentes del próximo miércoles es, en parte, producto de este movimiento unitario que él encabezó. Por tanto, el recorrido de 1 mil 13 kilómetros, “ha quedado correspondido”, dijo, al terminar el periplo en el planchón del zócalo.
En torno de la una y media de la tarde, la Marcha por la Unidad del PRD compuesta por 33 hombres, logró su objetivo y llegó a la plancha del Zócalo después de caminar desde La Unión, Quintana Roo, Campeche, Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Morelos hasta llegar al Distrito Federal.
Encinas cierra campaña con ataques y desacato
Los candidatos de Izquierda Unida a la dirigencia nacional y estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Distrito Federal, cerraron campaña en el Monumento a la Revolución, entre ataques a Nueva Izquierda y un abierto desacato al fallo de la Comisión Nacional de Garantías y Vigilancia de suspender la distribución de la carta de Andrés Manuel López Obrador.
El documento circuló en manojos de centenares durante el evento en el que Alejandro Encinas, Alejandra Barrales, Manuel Oropeza y José Luis Muñoz hicieron un último llamado a sus simpatizantes para no tolerar más a “los azules” incrustador dentro del PRD y dejar claro que el único líder nacional de ese partido es López Obrador.
“La militancia ya decidió, la gente quiere que cerremos filas con López Obrador y lo vamos a hacer”, sentenció en un virulento discurso, la candidata a la presidencia del PRD en el DF, Alejandra Barrales. “Una vez que llegue a la Presidencia, no toleraremos más perredistas vestidos de azul; vamos a acabar de una vez por todas con la simulación”.
En tanto, Alejandro Encinas ratificó entre sus 10 principales compromisos en la dirigencia nacional de ese partido, el convertir al PRD en la columna vertebral del “Gobierno legítimo”, de la Convención Nacional Democrática y del Frente Amplio Progresista.
Prometió que bajo su liderazgo, dejará atrás “la lógica del pragmatismo y la pepena política”; las “ocurrencias y la improvisación”. Será un partido congruente y no un partido “que un día propone alianzas con el Yunque o que tenga la ocurrencia de ofrecerles el voto a los ministros del clero”.
Asumió también el compromiso de garantizar autonomía política a ese partido, lejos de la sumisión a gobernadores como Ulises Ruiz Ortiz, Mario Marín o Enrique Peña Nieto, en referencia a los estados de Oaxaca, Puebla y Estado de México, donde Nueva Izquierda y “los Chuchos” tienen mayor influencia política.
También advirtió que bajo su presidencia, los gobiernos emanados del PRD serán leales a los principios y al programa del partido. Por tanto, será fiscalizado el trabajo de todos sus gobernantes. Ofreció, en definitiva, construir un partido que gane nuevamente la Presidencia de la República, pero que tenga la fuerza para impedir que se la vuelvan a robar.
Me comprometo a formar un partido fuerte, responsable, con la fuerza suficiente para sacar al usurpador de Los Pinos, advirtió Encinas Rodríguez desde la explanada del monumento a la Revolución, que se vio abarrotado, a casi tres cuartas partes de su capacidad.
Alejandro Encinas advirtió que el 16 de marzo estará en juego algo más que la dirigencia nacional del PRD. Lo que está en juego, dijo, es qué tipo de izquierda, qué tipo de partido, y qué tipo de país queremos. “Son momentos de definición. Es la hora de sacar el espíritu rebelde y de lucha del perredismo”, apuntó.