Tras más de diez horas de reunión los prefectos opositores no firmaron el documento presentado por el presidente Evo Morales (der.) para hacer viable la convocatoria del referendo constitucional. (EFE)
El presidente Evo Morales y sus opositores no lograron ayer tampoco cerrar un acuerdo para superar la crisis de Bolivia en el marco del llamado “diálogo nacional”, que los prefectos (gobernadores) autonomistas dieron por concluido.
Tras más de diez horas de reunión en Cochabamba (Centro), los prefectos opositores de Santa Cruz, Beni, Tarija y Chuquisaca no firmaron el documento presentado por Morales para hacer viable la convocatoria del referendo constitucional y aprobar los avances conseguidos en las mesas técnicas del proceso de diálogo.
La propuesta del presidente sí fue rubricada por los cinco prefectos de Oruro, Potosí, La Paz, Cochabamba y Pando, todos oficialistas y los tres últimos interinos.
Aunque el Gobierno de Morales no dio por clausurada “esta etapa de diálogo y concertación”, los prefectos opositores sí consideraron culminado este proceso, que se inició el pasado 18 de septiembre tras la ola de violencia que sacudió el país.
Según explicó el ministro de Desarrollo Rural, Carlos Romero, el Gobierno acudirá ahora al Congreso Nacional, “con el mismo ánimo de buscar acuerdos”, para que se apruebe la Ley de convocatoria del referendo sobre la nueva Constitución.
Romero explicó que, pese a la negativa de los prefectos de firmar un acuerdo, el Gobierno mantiene su voluntad de recoger “suficientemente” en el nuevo texto constitucional las “observaciones” de las regiones autonomistas.
“El Gobierno nacional quiere dejar claramente establecido ante el pueblo boliviano que hemos podido trabajar un nuevo capítulo de organización territorial del Estado incluyendo las autonomías departamentales en el proyecto constitucional”, destacó el ministro.
Sin embargo, el bloque opositor autonomista subrayó ante los periodistas que no ha cerrado ningún tipo de acuerdo con el Gobierno ni sobre este tema ni sobre el otro punto de conflicto: el reparto de las rentas petroleras.
De hecho, el portavoz de los gobernadores autonomistas, el tarijeño Mario Cossío, destacó que el acuerdo nacional no ha sido posible porque el Gobierno no ha satisfecho sus reivindicaciones.
Acusan a Morales de agravar racismo
El ex mandatario boliviano Carlos Mesa acusó ayer al actual presidente de ese país, Evo Morales, de exacerbar el racismo, y dijo que el proceso constitucional que ha liderado “es ilegal”.
Sostuvo que el Gobierno de Morales “ha vulnerado de manera sistemática la Ley de convocatoria a la Constitución”.
“Esa Constitución es ilegal de principio a fin”, dijo Mesa, tras afirmar que Morales “ha vulnerado el criterio de los dos tercios para aprobarla”, en ausencia de la Oposición y violando el reglamento de debates.
El también periodista e historiador, quien estuvo de paso por Colombia, consideró que “no se puede construir el futuro sobre la división, la confrontación y el enfrentamiento entre razas”.
Señaló que Bolivia “ha sido un país con una tradición racista muy profunda (a lo largo de la historia), y Morales no ha tenido la capacidad de plantearle al país un discurso de trabajo común”.
“Para mí, la Constitución boliviana, en vez de ser un nuevo pacto social, es un ajuste de cuentas con la historia. Y todo ajuste de cuentas trae revanchas y venganza, y no puede construir un futuro sobre eso”, subrayó.
Mesa, quien llegó a la Presidencia de Bolivia en 2003 de manera interina, consideró que la injerencia del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en Bolivia ha sido “contraproducente” y ya le ha traído contratiempos al Gobierno.