Ante la falta de oportunidades de empleo se sigue incrementando la presencia de trabajadores de la calle.
El Siglo de Durango
“Señor no se suba a limpiar el parabrisas de mi coche”, fue la súplica de la desesperada mujer; nadie le hizo caso. Los franeleros siguen ocupando los cruceros de las calles de la ciudad para llevar algunos pesos al hogar, la cuesta de inicio año se acentúa en el mes de febrero y hay que cumplir con ciertos compromisos económicos.
Los ciudadanos de Durango están cansados de que al pasar por las calles 20 de Noviembre y Lázaro Cárdenas sea común encontrar a más de diez personas limpiando los vehículos que transitan por estas avenidas.
Las personas que trabajan en la calle mencionan que también para ellos es difícil dedicarse a esta actividad, sin embargo no tienen otra opción, aseguran que las autoridades no han sido capaces de ofrecerles algunas alternativas.
Hace más de un año recuerdan que autoridades del DIF Estatal emprendieron un programa para retirarlos del primer cuadro, pero todo quedó en buenas intenciones y el trabajo al que se les integró únicamente duró un mes.
Después de ese tiempo el empresario de una fábrica de juguetes de madera que los contrató simplemente los despidió después de que los estuvieron capacitando por parte del Servicio Nacional de Empleo (SNE) y de que se les ofrecieran algunas becas.
Un aproximado de 60 trabajadores informales está dispuesto a trabajar en un empleo formal en el cual ganen en promedio de 750 a 800 pesos semanales, ya que anteriormente se les pagaban en la fábrica 550 pesos a la semana, cantidad que no les alcanza para el sostenimiento de sus familias.
“Aun y cuando ganamos 150 pesos diarios, estamos dispuestos a contar con un empleo formal en el que ganemos menos, pero en el que podamos contar con Seguro Social”, afirmó Julio César Estrada, franelero de la avenida 20 de Noviembre.