El agua es muy necesaria para la piel, pero con tomarla no basta, hay que aplicarla también. (El Universal)
Según datos revelados por laboratorios de Clarins, una piel bella y bien hidratada tiene 80% de agua en la dermis, de 65 a 70% en la epidermis y 13% en la capa córnea. Cuando existen cifras menores a las señaladas, la piel pierde su bienestar y se arruga prematuramente, por ello, para algunos expertos la hidratación representa 90% de la belleza.
Estudios recientes de la firma francesa han demostrado que entre los factores que ocasionan la sed de la piel, la contaminación ocupa el primer puesto.
La dermis aún no sabe desplegar ninguna acción para hacerle frente a la gran variedad de formas de contaminación moderna, la cual multiplica las causas de alteración cutáneas.
Hoy se sabe que ciertos agentes contaminantes se depositan en la superficie de la piel y oxidan la película hidrolipídica. Gracias a estas investigaciones se comprobó que las ondas electromagnéticas artificiales, como las generadas por los monitores de las computadoras, ralentizan las transformación de los queratinocitos en corneocitos, es decir, se altera la barrera de la piel y disminuye su capacidad para retener el agua.
Ni frío ni calor
Los factores medioambientales también alteran la cantidad de agua de las células. Resultan igual de perjudiciales el calor como el frío extremo. Aunque la piel está programada para adaptarse a los cambios climáticos, los recursos que utiliza a veces juegan en su contra. Si la humedad del ambiente es escasa, la piel utiliza sus reservas internas y aumenta el espesor de su capa superficial para limitar la pérdida de agua. Por otro lado, cuando al frío se añade la sequedad del aire (climas artificiales), se produce una menor cantidad de sebo y de sudor, lo cual reseca más la capa superficial. Aparece entonces la descamación, la tirantez y la irritación características del invierno.
En climas cálidos y húmedos, la piel reacciona también a la temperatura: los poros se dilatan, aparece los brillos, la transpiración ocasiona una pérdida importante de agua. Por ello, la firma señala que en entornos fríos y cálidos, se necesita una ayuda extra para adaptarse a las condiciones climáticas externas para no perder la elasticidad y tersura.
Para hidratar
Tomar agua no es suficiente, por eso, las cremas son tus mejores aliadas:
- VichyThermal UV, de la línea Aqualia. Además de hidratar durante 24 horas, calma y protege gracias a que contiene hierro, manganeso, silicio y calcio. Cuida contra las radiaciones solares.
- L’Occitane Tónico luminoso con agua floral orgánica de siempreviva. Aporta suavidad gracias a que contiene agua de manantial, extracto de frambuesa y un derivado de vitamina C.
- Elizabeth Arden Intervene, es un humectante con beneficios de tratamiento. Además de aportar
agua a la células, trabaja para reducir los efectos del sol, estrés y factores ambientales.
- YSL Loción para el cutis de la línea Hydra Feel. Gracias a su exclusivo complejo Baby Skin recupera los mecanismos de rehidratación original, de modo que la piel se ve fresca y aterciopelada.