El Siglo de Durango
Fue un palo lo que José Alfredo Morales Zamarripa, de 42 años de edad, empleó para asesinar a su propio sobrino, propinándole certeros golpes que le ocasionaron traumatismos craneales de los cuales no se pudo recuperar. Varios testigos del crimen declararon la fechoría del tío y el modo en que sucedió, agregando que actuó por los influjos del alcohol para después huir al percatarse del delito que había cometido en el poblado 15 de Septiembre.
ALCOHOL
El crimen de Luis Alberto Valdez Morales, de 26 años de edad, fue perpetrado entre la noche del domingo y las primeras horas de la madrugada del lunes en el poblado 15 de Septiembre, donde se desarrolló una fiesta con baile incluido. Fue en el sarao donde José Alfredo y su sobrino estuvieron ingiriendo bebidas embriagantes, el influjo del alcohol ocasionó que por razones desconocidas ambos empezaran a discutir en una de las calles de la población.
De las palabras pasaron a los golpes, José Alfredo tomó un palo, se cree que era el mango de un pico o un talacho, y comenzó a atacar con éste a Luis Alberto en reiteradas ocasiones aun y cuando ya se encontraba tendido en el suelo. El herido fue encontrado por sus demás familiares en medio de un charco de sangre y fue trasladado de inmediato al Hospital General para su atención médica, pero murió en el trayecto.
PESQUISA
Una vez determinada la identidad del asesino y la manera en que perpetró el crimen, los agentes de la Dirección Estatal de Investigación realizan reiteradas pesquisas aunque hasta el momento no han dado resultado, pues José Alfredo ha logrado evadir a la justicia a pesar de que está plenamente identificado.
