Los funcionarios del Ayuntamiento de Sombrerete prefirieron asistir al desfile de la Revolución Mexicana que permanecer en sus lugares de trabajo.
POLÍTICA
Al parecer, el desfile tradicional de la Revolución Mexicana fue más importante que los problemas de la Presidencia.
Sombrerete, Zac.- Los funcionarios de la presente administración no respetaron la Ley Federal del Trabajo ya que hasta la oficina de Recursos Humanos lució desierta; todos dejaron vacías las oficinas y acudieron a presenciar el tradicional desfile de la Revolución Mexicana.
A las 9:00 de la mañana dio inicio el tradicional desfile y en el presidium instalado frente a Los Portales estuvieron presentes el alcalde Vicente Márquez y su esposa, el síndico Jaime Cuevas y la secretaria Bertha Alicia Rodríguez Ayala.
Desfilaron alrededor de 20 instituciones educativas desde preescolar, primaria, secundaria, nivel medio superior y superior, todos con cuadros gimnásticos y grupos deportivos y de baile.
Durante el desfile los alumnos de la Escuela Secundaria San Juan Bautista La Salle portaron mantas donde se pronunciaban por un Sombrerete sin violencia.
Otro grupo portó palomas de la paz y otras escuelas banderas blancas con palomas donde hacían el mismo llamado para que prevalezca la paz en el municipio.
Alrededor de cinco horas duró el desfile donde sólo hubo un incidente ya que un civil ebrio montado en un caballo encabritado invadió la zona del desfile y arrolló a una familia cuyos integrantes sufrieron hematomas en diversas partes del cuerpo.
Sin trabajo. De acuerdo con la Ley Federal del Trabajo, el pasado 17 de noviembre no se laboró pues fue día inhábil correspondiente al 20 de noviembre, para que este 20 de noviembre sí se trabajara.
El alcalde Vicente Márquez y el grueso de los regidores, como corresponde a su investidura, presidieron el desfile. Sin que nadie los supervise, los funcionarios salieron a las calles.
En las oficinas de la Presidencia ni el secretario particular Raúl Castruita fue encontrado. Ni el encargado de Alcoholes, Deportes, Desarrollo Rural ni Control Vehicular.
Todos los ciudadanos vieron pasar al tesorero Mario Acosta Díaz acompañado de la encargada de Comunicación Social Deysi Ramírez presenciando el desfile y no en plan de trabajo.
La oficina de Recursos Humanos que preside María Isabel Bueno Martínez es la encargada de sancionar a los servidores públicos que desatiendan sus labores, pero no había nadie en la oficina.
Varios trabajadores arribaron a las oficinas de Recursos Humanos y otros más a las oficinas de la Presidencia pero no había quién los atendiera, sólo las secretarias. Casi al término del desfile comenzaron a llegar las secretarias. De la titular de Recursos Humanos, ni sus luces.
Sólo se pudo observar al Contralor y al Director de Obras Públicas que atendían una licitación en la Sala de Cabildo y al personal de Reclutamiento.
El nuevo módulo de Bienvenido Paisano instalado a las puertas de la Presidencia Municipal lució desierto y sin nadie que informara a las personas que arribaban.
Por Brisia Arlette Ramírez
ESD
DATOS.
El pasado lunes 17 de noviembre fue decretado por la Ley Federal del Trabajo como día inhábil; se envió la circular como correspondiente al 20 de noviembre y los empleados municipales no trabajaron.
Pero este 20 de noviembre debían trabajar de acuerdo con la Ley Federal del Trabajo ya que habían descansado el pasado 17, pero no lo hicieron y salieron a disfrutar del desfile y a otros lugares.
La encargada de recursos Humanos es quien debe supervisar que todos trabajen pero ni ella ni sus secretarias estaban en sus oficinas que permanecieron cerradas durante varias horas.
Ya casi al final del desfile fue cuando empezaron a arribar las secretarias y funcionarios a sus despachos para que nadie notara su ausencia, pero ya las personas de las comunidades se habían ido.
Mal ejemplo
Se ha señalado en ocasiones anteriores que esta administración de maestros toma cualquier pretexto para no trabajar; incluso, cuando fue el Primer Informe de la gobernadora Amalia García Medina dejaron a un lado sus ocupaciones, a diferencia de administraciones pasadas.
En muchas otras ocasiones ni siquiera daban aviso a las personas de las comunidades y éstas llegaban en viajes de una a dos horas y se llevaban la sorpresa de que la Presidencia estaba cerrada. Éste es un ejemplo de lo que sucede en la administración municipal: no hay quién supervise el trabajo de los funcionarios y cada quien hace lo que le viene en gana.
Ayer los pasillos lucieron desolados y la gente se cansó de esperar y se fueron de regreso a sus comunidades. Para no variar, ya repartieron un documento de los días que trabajarán.
