El jugador uruguayo de los Gallos Blancos del Querétaro, Ignacio Schneider, sale del hospital a donde acudió a una curación de su ojo lesionado, durante un encuentro ante Socio Aguila de la primera división A. (El Universal)
Prácticamente son nulas las posibilidades que tiene Ignacio Javier Schneider de volver a jugar futbol. El desprendimiento de retina que sufrió el jugador del Querétaro, tras un golpe que recibió el pasado fin de semana ante el Socio Águila, le impediría regresar a las canchas, dado lo delicado de la zona afectada.
Después de una serie de pruebas que le practicaron, el retinólogo Cecilio Velasco le dejó clara la situación al jugador, según lo confirmó Ulises Zurita, el presidente del club queretano.
“Lo que nos explicaba el doctor es que aún pegando la retina en su lugar puede haber problemas”, dijo Zurita.
Sí pedirían la inhabilitación.
Ante esta noticia, es casi un hecho que la directiva pida la inhabilitación de Izaías Ramos, quien fue el jugador que lo golpeó el domingo pasado.
“Nosotros ya tenemos un punto de vista, es difícil tomar una decisión como esa, porque sólo el jugador del Socio Águila sabe la verdad. Vamos a platicar en las próximas horas con Nacho y entre todas las partes tomaremos una determinación”, dijo Zurita.
Schneider será sometido a una nueva intervención quirúrgica para reconstruirle el ojo.
Será ese día cuando se determine si podrá volver a ver o no. Los altos mandos del cuadro azulcrema han tenido constante comunicación con la directiva de los Gallos e, incluso, se ofrecieron a pagar los gastos médicos.
“Es una situación que estamos analizando, la verdad es que ellos están interesados en que todo salga bien. Nosotros no tomamos aún una decisión si aceptaremos esa ayuda”, dijo Zurita.
“El jugador está muy preocupado, creo que cualquier persona lo estaría, pero nosotros lo apoyaremos en todos los sentidos. Tenemos previsto viajar mañana (hoy) a Querétaro y después regresar el mismo lunes para estar presentes en la operación”, apuntó.