La isla de Galveston fue el punto por el que el huracán “Ike” ingresó a tierra la madrugada del pasado sábado con vientos de hasta 175 kilómetros por hora. (AP)
Avanza con lentitud la normalización de la vida en la isla tras el paso devastador del huracán ‘Ike’.
Funcionarios de la ciudad texana de Galveston informaron ayer que se avanza con lentitud en la normalización de la vida en la isla tras la devastación provocada por el huracán “Ike”, que ingresó a tierra el sábado pasado.
La alcaldesa de Galveston, Lyda Ann Thomas, precisó que los cerca de 65 mil residentes de la ciudad podrían regresar a sus hogares quizá en una semana más.
“Comparto su frustración, su molestia, su ansiedad por sus viviendas y sus propiedades”, dijo Thomas. “Ustedes están haciendo posible (manteniéndose fuera) que tal vez puedan regresar a sus casas en una semana”, indicó.
Aseguró que Galveston “no está en ruinas”, y se recupera de acuerdo a un plan bien establecido, mientras el administrador de la ciudad, Steve LeBlanc, informó que la compañía de electricidad CenterPoint, ha desplegado unos mil trabajadores para restaurar el servicio.
Agregó que la electricidad podría quedar restaurada en el corazón de la ciudad de siete a 10 días, y en la parte Oeste tardara mucho más, debido a que el daño ahí “es muy severo”.
Añadió que el agua potable sigue en restauración, pero aún no está lista para consumo humano.
Galveston fue el punto por el que el huracán “Ike” ingresó a tierra la madrugada del pasado sábado con vientos de hasta 175 kilómetros por hora y marejadas de hasta cuatro metros de altura.
La mayor parte de los 65 mil residentes de lugar evacuaron la isla en las horas previas a la llegada del huracán, pero unas 15 mil sortearon la furia de la tormenta en sus viviendas, de los cuales más de tres mil han salido desde entonces al carecer de agua y electricidad.