Los nayaritas acudieron ayer a las casillas en la jornada electoral para elegir a 20 presidentes municipales, 18 diputados locales y 138 regidurías. (El Universal)
Repite triunfos en la mayoría de los municipios y escaños al Congreso local como en la elección de 2005.
El PRI ganó la capital y los cinco distritos locales de Tepic. Además, de acuerdo con los primeros resultados de salida, repitió triunfos en la mayoría de los municipios y escaños al Congreso local, como sucedió en la elección de 2005, sólo que ahora compartirá posiciones en el Gobierno con el Partido Nueva Alianza (Panal).
La coalición entre estos partidos, denominada Por el Nayarit que Todos Queremos, confirmó su hegemonía en la entidad, con triunfos en Tepic, Santiago Ixcuintla y Compostela, que ya eran encabezados por el tricolor.
Con estas tendencias, el nuevo edil de Tepic sería Roberto Sandoval Castañeda, y por cuarta ocasión en su carrera política, Miguel Ángel Navarro Quintero (PRD-PVEM), se apuntaría una derrota.
Uno de los municipios que atrajo el interés de observadores y ciudadanos por el grado de competencia fue el turístico Bahía de Banderas que, en los primeros resultados, favorecía a Acción Nacional (PAN).
Este punto fue vigilado por enviados del CEN del PAN, como Juan Carlos Manzanera, secretario general adjunto; Eduardo Villarreal, operador político de la Secretaría de Elecciones, y Juan Montaño, secretario de Elecciones.
La alianza Juntos por el Bien de Todos (PRD-PVEM) se encaminaba a mantenerse como la segunda fuerza en la entidad, aunque evidentemente fue rebasado por el PRI. Perdió los dos distritos donde tenía diputados de mayoría, uno en Tepic y el otro en Santiago Ixcuintla, pero aventajaba con un margen considerable en el distrito 17 de Tecuala y el 18 de Acaponeta-Huajicori.
La alianza PRD-PVEM obtendría dos municipios, precisamente Acaponeta y Tecuala, situación que no ocurre desde 2005.
La jornada electoral se desarrolló sin mayores contratiempos. Esta elección es la primera en el país que aplica las nuevas disposiciones que marca la legislación federal electoral, de acuerdo con las reformas a la Constitución decretadas en noviembre del año pasado.
Además, incorpora reformas locales a la Ley Electoral del Estado, por lo que en esta contienda se votó por primera vez en el país directamente por los cargos a regidurías.
Desangelado proceso electoral
La lluvia en Tepic, que a ratos se convirtió en fuerte llovizna y en otros momentos en débil aguacero, terminó de espantar el ánimo nayarita para salir a votar. Se confirmó lo que muchos esperaban y otros querían impedir con la primeriza votación de regidores: con margen de victoria, ganó el abstencionismo.
Conforme pasaron las horas, el pobre entusiasmo político que se observó desde el inicio de la contienda electoral en 20 ayuntamientos y 18 distritos locales se acentuó para convertirse en un paupérrimo interés por el futuro partidista y de Gobierno en la entidad.
La culpable no fue la lluvia, sino la exagerada obsesión de regular hasta el más pequeño de los detalles, como la forma en que se vistieron los representantes de cada partido y coalición.
Hace mes y medio, nació muerta la pasión por renovar 20 alcaldías, 18 diputaciones y las democráticas y recién inauguradas 138 regidurías. “¿Y qué es eso de regiduría?”, se debió preguntar más de uno. “¿Otro cargo público para sangrar al erario?”, pudo ser la consecuente reflexión.
El punto es que ni el centenar de representaciones directas de “demarcación electoral”, evitó que la jornada simulara ser un funeral.
Los candidatos supieron de antemano que cada centavo y segundo destinado a propaganda pasaría por un riguroso examen de fiscalización. Se les avisó, para que estuvieran conscientes, que había terminado la era del despilfarro mediático.
Todo sería regulado, excepto el exceso de regulación. Nayaritas que guardaron la pasión, que olvidaron la creatividad y que no supieron dónde dejaron el ingenio que tanto les caracteriza. Campañas insípidas, que de no ser por algunos videos difundidos en Internet, la contienda hubiera sido individual.
