Es escritor Pablo García Baena, de España, recibirá hoy el XVII Premio de Poesía Iberoamericana, de manos de la reina Sofía.
En reconocimiento a la obra del poeta que mejor representa los valores del grupo Cánticos de Córdoba durante la época de la posguerra española, Pablo García Baena, de España, recibirá hoy el XVII Premio de Poesía Iberoamericana, de manos de la reina Sofía.
El galardón por el que en esta edición compitieron también autores de la talla de José Emilio Pacheco, Homero Aridjis (mexicanos) , Filoteo Samaniego (Ecuador) e Idea Vilariño (Uruguay) , entre otros, será entregado en el Palacio Real de Madrid.
Al acto acudirán también el presidente de Patrimonio Nacional, Yago Pico de Coaña y el rector de la Universidad de Salamanca, José Ramón Alonso, así como los escritores Víctor García de la Concha, José Saramago, Jaime Siles y Milagros del Corral, quienes formaron parte del jurado.
También se hará la presentación oficial de la obra “Rama fiel” , que viene a ser una antología de García Baena, misma que procede de un poema fundamental de “Fieles guirnaldas fugitivas” , en el que se resume toda su obra.
Con una dotación de 42 mil 100 euros, el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana tiene como objetivo reconocer “el conjunto de la obra de un autor vivo que por su valor literario constituye una aportación relevante al patrimonio cultural común de Iberoamérica y España”.
Nacido en Córdoba, España, el 29 de junio de 1923, Pablo García Baena ha escrito durante 60 años una poesía que influyó entre las generaciones más jóvenes, sirviendo de puente entre los “Novísimos” y la “Generación del 27”.
A decir del profesor de Filología Clásica de la Universidad de Salamanca, Juan Antonio González Iglesias, García Baena es el poeta que mejor representa los valores del Grupo Cántico de Córdoba, que con su obra aportó una estética, que era una ética, cosmopolita, libre y heterodoxa frente a la poesía oficial del franquismo.
Este premio se viene a sumar a otros reconocimientos que ha recibido a lo largo de su vida como el Príncipe de Asturias en 1984, así como el Andalucía de las Letras en 1992 y en 1988 fue declarado hijo predilecto de la ciudad de Andalucía.