La oportuna atención médica en momentos de emergencia, puede aligerar los daños causados por algún percance, incluyendo las quemaduras.
Durango. Jesús Soto Arámbula se encontraba realizando las labores propias del campo, preparando alimento para el ganado, aunque para ello empleaba un soplete, pero un instante bastó para que, en un descuido, se ocasionara un flamazo que lo alcanzó y le ocasionó severos daños en la piel.
Flamazo. El soplete que empleaba Jesús servía para quemar el nopal con el que alimentaba a sus vacas, las cuales cría en las inmediaciones del poblado Aquiles Serdán, del municipio de Durango, que es donde tiene su domicilio. Las labores transcurrían cotidianamente pero en un descuido sucedió el accidente, cuando la manguera conductora del gas se botó y ocasionó el flamazo que alcanzó a Jesús, de 63 años de edad.
Todo transcurrió en un instante, pero las consecuencias fueron graves, pues Jesús resultó con quemaduras de primero y segundo grados en el abdomen y en la mano derecha.