Los ganaderos afirman que por muy dura que sea la sequía, no se darán por vencidos.
David Avitia Torres avizora que lo peor de la falta de lluvias está por venir
Lo peor de la sequía está por venir, presintió David Avitia Torres, presidente de la Unión Ganadera Regional de Durango. Sin querer dar una cifra precisa, expuso que hay mucha muerte de reses que no se reporta.
Indicó que pese a la falta de lluvia, los ganaderos no se doblegarán ni desaparecerá esta actividad, la cual es pilar de la economía duranguense. “Sin quitar la gravedad al asunto, por muy fuerte que sea la sequía no va a doblegar a los ganaderos ni va a acabar con la actividad, jamás”, sostuvo.
“Los conflictos se van a ir agravando, mayo es crítico, junio es peor, a reserva de que se presenten las lluvias de manera regular”, avizoró.
Los recursos que se destinen para apoyar los estragos de la sequía siempre serán menores que la dificultad. “La cobija no alcanza. Todos los apoyos que vengan los valoramos (pero) la necesidad es muy grande, la desesperación que hemos sentido, lo extremoso del clima, el calor, vemos alrededor, los cerros pelones y con puras piedras y hasta que la madre naturaleza lo determine se resolverá la situación”, conversó Avitia Torres.
Firmeza.- El ganadero dijo estar seguro de que la petición de declaración de emergencia en Durango es justificada y eso, sólo se observa al salir al interior del estado en donde la falta de lluvia golpea a la población.
Al preguntarle la cifra de muerte de ganado disertó que nadie puede tener datos exactos. “No hay reportes, es de lo que tenemos conocimiento nada más, pero si sabemos que se han muerto 500 vacas, seguramente es el número triple porque de lo otro no nos damos cuenta”, consideró.
Mal de muchos
José Reyes Baeza Terrazas y Eugenio Hernández Flores, gobernadores de Chihuahua y Tamaulipas respectivamente, aseveraron que la falta de precipitaciones pluviales es un problema que aqueja a la varias zonas del país.
Baeza Terrazas platica que en su estado la sequía se prolonga durante años, problema que ha obligado a los productores a ser más eficientes y tener una nueva cultura del cuidado del agua. “Tratamos el 65 por ciento de las aguas residuales cuando el promedio nacional es de 40 por ciento”, manifestó.
Hernández Flores dijo que el agua es un recurso cada vez más escaso. “Estamos a punto de iniciar un proyecto, la construcción de un acueducto paralelo al Río Bravo, son 240 kilómetros con el fin de ahorrar 140 millones de metros cúbicos anuales, este proyecto cuesta más de cinco mil millones de pesos”, citó.