Un hombre sostiene un cartel hoy, 19 de febrero de 2008, en el barrio de la Pequeña La Habana en Miami (EU.), donde los grupos del exilio cubano reaccionaron con escepticismo ante la noticia de renuncia de Fidel Castro a continuar con los cargos de Jefe de Estado y Comandante en Jefe de la revolución. (EFE)
El presidente George W. Bush declaró hoy que la renuncia del presidente cubano Fidel Castro debe ser "una transición para el pueblo cubano".
"La pregunta es qué significa esto para el pueblo de Cuba, ellos son los que están sufriendo bajo Fidel Castro, ellos son lo que están sufriendo por sus creencias, ellos son los que están siendo privados de su derecho de vivir en una sociedad libre, así que veo esto como una transición, así que veo esto como un transición para el pueblo cubano", dijo Bush en Ruanda, donde se encuentra en una gira por Africa.
La renuncia del mandatario cubano "debe ser el comienzo de una transición democrática para el pueblo de Cuba. Habrá un debate interesante que surgirá de esto, habrá quienes dirán 'vamos a promover la estabilidad'. Por supuesto, mientras tanto, los prisioneros políticos seguirán languideciendo en las cárceles, y la condición humana seguirá siendo patética en estos casos. Yo creo que el cambio debería de dar paso a un período de transición democrática".
La comunidad internacional, agregó, "debe trabajar con el pueblo cubano para construir las instituciones necesarias para una vida democrática y eventualmente debe haber una transición para unas elecciones libres".
Horas después en Washington, el subsecretario de Estado John Negroponte dijo que Estados Unidos no levantará en el futuro inmediato el embargo contra Cuba pese a la renuncia de Fidel Castro.
Consultado por periodistas del Departamento de Estado si Washington proyecta cambiar su política con respecto a Cuba ahora que Castro ha renunciado al cargo, Negroponte respondió: "No creo que eso ocurra en el futuro inmediato".
Negroponte se negó a formular más comentarios.
En Bolivia, el vicepresidente Álvaro García aseguró que las relaciones entre los dos países se mantendrán sólidas porque a pesar de la decisión de Castro, porque la relación "no depende de una sola persona, es una relación de estado a estado, de gobierno a gobierno".
"Estamos seguros que la intensidad de los vínculos, la intensidad, el respeto mutuo entre estados, se mantendrá tal como se viene realizando, como hasta el día de hoy", agregó el vicepresidente boliviano a Radio Erbol.
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se sintió satisfecho de que "el proceso (de renuncia) se da de una forma tranquila, por iniciativa del propio Fidel que es como creo que debió haberse dado".
Los precandidatos a la presidencia estadounidense, tanto demócratas como republicanos, coincidieron en que el gobierno cubano debe inmediatamente liberar a todos los presos políticos.
La renuncia de Castro "debe marcar el fin de una era oscura en la historia de Cuba. La renuncia de Fidel Castro es un primer paso esencial, pero no suficiente para la llegada de la libertad a Cuba", dijo el demócrata Barack Obama.
"El futuro de Cuba debe ser decidido por el pueblo cubano y no por un régimen sucesor antidemocrático. La inmediata libertad de todos los prisioneros de conciencia encarcelados injustamente por defender las libertades básicas que por tanto tiempo se les ha negado al pueblo cubano, sería un paso importante para romper con el pasado. Es hora de que estos héroes sean liberados".
El republicano John McCain dijo: "todavía no ha llegado la libertad para el pueblo cubano ... debemos presionar al régimen cubano a liberar a todos los prisioneros políticos incondicionalmente, legalizar a todos los partidos políticos, sindicatos y medios de comunicación y convocar a elecciones que sean supervisadas debidamente por la comunidad internacional.
En Lima, el gobierno peruano vaticinó que la renuncia de Fidel Castro "implicará el fin de una etapa" y expresó esperanzas de que "el proceso de transferencia del poder sea pacífico y ordenado, y se oriente hacia la vida democrática en Cuba".
En una declaración a la prensa local, el Jefe del Consejo de Ministros de Perú, Jorge del Castillo, dijo que el gobierno que Castro ha dirigido en Cuba durante cinco décadas "ha tenido sin duda algunas cuestiones favorables, como el avance de la educación y la salud en Cuba, pero también el lamentable saldo de los recortes de las libertades y la represión".
Chile hizo votos porque el pueblo cubano halle un nuevo "horizonte".
"Claramente después de más de 40 años, ha culminado una etapa y el gobierno espera que tanto el pueblo como el gobierno cubano tomen las decisiones que los conduzcan a un camino, a un horizonte", dijo el vocero del gobierno chileno Francisco Vidal.
Pablo Mieres, presidente del partido Independiente de Uruguay, sostuvo, "que Fidel esté o no esté, me parece en todo caso un elemento simbólico importante, pero el desafío que tiene Cuba y en conjunto toda América latina es lograr que la democracia regrese a ese país".
En España, funcionarios del gobierno expresaron esperanzas de que la renuncia de Fidel Castro lleve a reformas democráticas en Cuba.
En Londres, la cancillería dijo que espera ver más reformas políticas y económicas en Cuba.
"Eso es lo que esperamos, una transición hacia la democracia y a un mayor respeto a los derechos humanos", dijo un portavoz de la cancillería británica, que pidió no ser identificado.
En Italia, el subsecretario de Relaciones Exteriores para América Latina, Donato Di Santo, llamó por "una transición democrática que asegure estabilidad, soberanía, respeto de los derechos humanos, defensa de las conquistas sociales, pluralismo y democracia al pueblo cubano". Invitó a la Unión Europea a poner término a las sanciones contra Cuba y al mismo tiempo dijo que Cuba debe favorecer el diálogo, liberar a todos los prisioneros políticos y dirigirse decididamente hacia la transición.