La meta de la Terapia Gestalt consiste en que la persona logre pasar de ser dependiente a independiente.
Una opción terapéutica para quienes buscan alivio a sus problemas, en un abanico de opciones existentes en el mundo.
La Terapia Gestalt es un modelo de sicoterapia que percibe los conflictos y la conducta social inadecuadas, como señales dolorosas creadas por polaridades o por dos elementos del proceso sicológico, indican seguidores de esta técnica.
El método supone que el conflicto puede ser de naturaleza interna en el individuo (intrasíquico) o manifestarse en la relación interpersonal entre dos personas (intersíquico).
La Historia
En sus inicios, nos cuentan, era practicada por un pequeño grupo de terapeutas, pero actualmente es un enfoque de sicoterapia reconocido por su estilo existencial, el cual tiene como meta el crecimiento personal del ser humano. Su desarrollo ha sido progresivo y su práctica se ha extendido a todo el mundo.
Explican que la palabra Gestalt es de origen alemán y tiene varios significados, como configuración, estructura, modelo, figura, forma, totalidad. Igualmente se utiliza con el significado de necesidad a ser satisfecha.
La meta de la Terapia Gestalt, indican, consiste en que la persona logre pasar de sólo recibir soporte del medio a darse apoyo a sí misma. “En otras palabras, de ser dependiente convertirse en independiente”.
El trabajo con esta disciplina lleva a que la persona sepa utilizar el “darse cuenta” de sí mismo, como un organismo total que es; le enseña a enfocar el darse cuenta, a descubrir lo que él es y no lo que él debería ser o lo que podría haber sido.
Una persona, aseguran: “Toma conciencia de lo que fue y evita caer en el ideal de lo que puede llegar a ser, lo que no ha sido aún. Aprende a confiar en sí mismo. Así obtiene el desarrollo óptimo de su personalidad, dándose soporte a sí mismo”.
Esta terapia reorganiza paso a paso las partes que se han desunido de la personalidad, hasta que logre tomar fuerzas para que él mismo y por sí solo obtenga su propio crecimiento, para que comprenda dónde se sitúan sus vacíos existenciales, y cuáles son los síntomas que le producen tales vacíos.
Estas señales, comentan, siempre están asociadas con la evasión o el escape a situaciones difíciles de la vida, lo que produce que estas situaciones queden inconclusas, sin cerrar.
En esta técnica terapéutica nada existe sin tener en cuenta el concepto del aquí y el ahora, pero “no enfatiza que vivamos por el momento, sino que vivamos en el momento”.
Mapa de acción
El nacimiento de esta línea de acción nació en la década de los cuarenta con la publicación del libro Ego, hambre y agresión: El inicio de la Terapia Gestalt, escrito por el fundador de este método de enfoque sicoterapéutico, Fritz Perls.
Sus antecedentes llegan de diferentes fuentes y autores: Freud, Goldstein, Moreno, Buber, Zeigarnik, Heidegger, Husserl, Kierkegaard, Korzybski, Vaihinger, Tillich, Lewin, Reich. Perls también fue influido por la escuela alemana de la sicología Gestalt, fundada por Wertheimer y sus discípulos Köler y Koffka.
Por sus raíces humanísticas, la Terapia Gestalt pertenece al movimiento denominado existencialista y, en resumen, Fritz Perls fue influido por cinco tradiciones: sicoanálisis, análisis del carácter de Reich, filosofía existencial, sicología Gestalt y religión oriental.