Dependencias de salud y ecología acordaron gestionar recursos ante los tres niveles de gobierno para aplicarlos al transporte y confinamiento de una cantidad indeterminada de insecticidas y plaguicidas, que han permanecido almacenados durante años en una bodega del poblado Gregorio A. García, de este municipio.
Tras una reunión que se efectuó ayer en dicha localidad, los representantes de diversas áreas establecieron el compromiso de agilizar su intervención, ante el riesgo de contaminación y deterioro a la salud de quienes viven en ésta y otras comunidades aledañas.
La junta fue convocada por la diputada local Marina Vitela, quien preside la comisión de Ecología en el Congreso del Estado y a la cual asistieron representantes de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, así como de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente a nivel federal y estatal, además de los responsables de las dependencias de salud y ecología en la región y municipio.
La encargada de la Jurisdicción Sanitaria Número Dos, Rosa Lilia López Moreno manifestó que el inmueble perteneció durante muchos años a la Asociación Rural de Interés Colectivo (ARIC) de esa comunidad, el que desde 1975 se utilizaba como sitio para mezclar y almacenar insecticidas y plaguicidas que se empleaban en la fumigación de cultivos de algodón.
La cooperativa terminó de operar en 1988 y desde entonces los productos químicos permanecen embodegados y esto ha consistido un serio problema de contaminación para los pobladores de ese sector.
La directora de Ecología y Protección al Ambiente en el municipio, María del Refugio Loya Loya indicó que desde junio pasado, se recibieron indicaciones del alcalde, Ricardo Rebollo para cercar los alrededores de la bodega y establecer vigilancia permanente, debido a que pobladores de esa zona se introducían para disponer de algunos de los productos químicos ahí almacenados.
También se contrataron los servicios de una empresa dedicada al transporte y disposición de residuos peligrosos, la que retiró de la bodega alrededor de cien toneladas del producto; se estima que en el lugar aún se encuentra almacenada otra cantidad similar o incluso mayor.
Serán las dependencias federales las que se encargarán de hacer una estimación de la cantidad de químicos, así como de disponer las medidas para su retiro definitivo del lugar.
Por su parte, el coordinador regional de la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Durango (Coprised), Jesús Romero Torres dijo que a esta dependencia le compete vigilar lo relacionado con cualquier riesgo a la salud pública.
Sin embargo, indicó que no existen reportes ni indicios de que los habitantes de esa zona hayan presentado síntomas o enfermedades por la presencia de los residuos químicos.