Los gobernadores fronterizos podrán tener acceso al sistema de rastreo computarizado de armas, para identificar el origen del armamento que utiliza el crimen organizado. (Archivo)
Los diez gobernadores fronterizos de México y Estados Unidos acordaron aplicar el “Proyecto Gunrunner”, como parte de la estrategia para inhibir el tráfico de armas que abastecen a los grupos del crimen organizado que operan en ambos territorios.
A través de un comunicado emitido ayer por la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) de Estados Unidos, informó que estas autoridades podrán tener acceso al sistema de rastreo computarizado de armas (E-Trace), para identificar el origen del armamento que utiliza el crimen organizado que opera en nuestro territorio.
Esta herramienta que permite el rastreo del armamento utilizado por el crimen organizado, es clave para identificar rutas y patrones del tráfico, así como vendedores, distribuidores y compradores que proveen de arsenal a las organizaciones de narcotráfico en México.
La ATF informó que en el marco de la Conferencia de Gobernadores Fronterizos se anunció la asociación para detener el flujo de armas ilícitas en México mediante la aplicación de “Gunrunner” que tiene por objeto “eliminar las fuentes ilegales de armas” y con ello frenar la violencia que existe en la zona fronteriza.
De acuerdo con el comunicado, con este acuerdo de cooperación “los gobernadores fronterizos de ambas naciones reconocen la importancia de la localización de cada arma de fuego recuperada de la delincuencia, para ubicar a los traficantes de arsenal”.
Aunque desde enero de este año, los gobiernos de Estados Unidos y México pusieron en marcha el “Proyecto Gunrunner”, para impedir la creciente tendencia del tráfico de armamento cada vez más “poderoso” a nuestro país, y cortar el abasto de arsenal a los narcotraficantes mexicanos.