‘Golpe a la salud’, rechazo a nueva norma de arsénico
Es desalentador el rechazo a la iniciativa para igualar a estándares internacionales los niveles de concentración de arsénico en el agua en nuestro país, lo que por desgracia dejará un costo diferido en materia de salud.
El toxicólogo Gonzalo García Vargas consideró que será la propia instancia que echó abajo la iniciativa, la Secretaría de Salud a nivel federal, la que resentirá el costo de esta medida con un incremento en la incidencia de las enfermedades crónicas y terminales, que se derivan del consumo de agua con altos niveles de arsénico.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, la Cofepris, presentó en su momento el proyecto de la Norma Oficial Mexicana (NOM) SSA1-250-2007, encaminada a establecer nuevos estándares de calidad del agua mediante la reducción de contaminantes, entre éstos el arsénico.
Actualmente, en México los niveles máximos permisibles de concentración de arsénico en el agua son de 0.025 miligramos por litro, a diferencia de los parámetros internacionales que en países como Estados Unidos, establecen un máximo de 0.010 miligramos por litro.
García Vargas dijo que uno de los principales argumentos para rechazar la iniciativa, fue la resistencia de algunos organismos operadores de agua del país, los que aludían poca factibilidad financiera para mejorar los sistemas de abastecimiento a la población.
Si bien existe la mejor tecnología que pudiera adaptarse a los sistemas para mejorar la calidad del agua, no todos los municipios estarían en condiciones financieras para invertir, de ahí la importancia de que éstos reciban el apoyo de los gobiernos estatales y Federal.
Con los niveles de hidroarsenicismo que se manejan actualmente y la negativa de la Secretaría de Salud para actualizar la norma, se enfrentará un costo diferido, dentro de algunos años, con el incremento de enfermedades cardiovasculares, cancerosas y crónico degenerativas, como la diabetes, que se ven agravadas cuando las personas consumen agua con altos niveles de arsénico, tal y como se ha demostrado con estudios y pruebas científicas.
El investigador de la Facultad de Medicina de la UJED, consideró que falta mayor compromiso de los tres niveles de Gobierno para hacer válido el derecho que tiene la población, de recibir agua de calidad.
Aunado a las repercusiones en materia de salud, México enfrentará dificultades en el aspecto económico con su principal socio, Estados Unidos, porque prevalecerán criterios distintos en rubros como la industria de exportación, alimentos y bebidas, y una larga lista de actividades económicas que “nos colocan en una gran desigualdad en servicios de protección a la salud con respecto a otros países”.