El robo de material de cobre sigue aumentando. La Canadevi asegura que un promedio semanal de 50 casas nuevas sin habitar son despojadas de cable de cobre. Por su parte, El Simas reporta hasta 400 hurtos de medidores de agua al mes.
Denuncian desarrolladores de vivienda sustracción de cable eléctrico de alumbrado y casas en colonias nuevas.
El robo de cable para alumbrado público e instalaciones domésticas, al igual que el de medidores de agua, va en aumento. Mientras que los desarrolladores de vivienda se quejan de fuertes pérdidas económicas por el robo de este material de cobre, el Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas) dice que a ellos les está “pegando duro”, pues desaparecen hasta 400 aparatos de medición al mes.
La empresa abastecedora de agua alertó a los usuarios en general para que cuiden sus medidores y los aseguren dejando libre sólo el espacio para la lectura del consumo de agua. Alberto Díaz de León, gerente general del Simas, dice que los robos se registran en zonas residenciales, en mayor cantidad en los fraccionamientos nuevos. A los usuarios del servicio de agua potable les debe interesar cuidar sus aparatos pues de llegar a robárselos, tendrán que pagarlo. Cada uno cuesta aproximadamente 350 pesos.
Ernesto Llamas, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Desarrollo y Promoción de la Vivienda (Canadevi), no cuantificó el monto del daño patrimonial que sufren los fraccionadores, pero dijo que “es considerable ya que son metros y metros de cable que nos roban y lo peor es que no podemos hacer nada para evitarlo y no tiene caso denunciarlo”.
Afirma que la pérdida es directa y tiende al alza, “precisamente porque no hay vigilancia, nadie está haciendo algo para evitarlo y cuando denunciamos, en el Ministerio Público nos ponen infinidad de trabas. Por ejemplo nos exigen las facturas donde se compruebe que somos los dueños del cable robado”.
Explica que el procedimiento es sencillo para los ladrones que operan sobre todo viernes, sábado y domingo. “Semana a semana hacen de las suyas, los vecinos de los fraccionamientos perjudicados, pese a que los ven, no denuncian tal vez por no meterse en problemas, pero luego van y nos reclaman porque se quedan sin servicio de electricidad”.
Por su parte, Alberto Díaz de León dice que ante la imparable ola de robos, “el Simas empezó con acciones emergentes y establecimos un plan piloto con medidores de plástico que nos cuestan entre 350 y 400 pesos para sustituir los que se roban”.
Dijo que son seguros y resistentes en cuanto al servicio. Este mismo material lo utilizará el Simas para la reposición de tapas de alcantarillas de las que también se registran algunos robos pues son en mucho menor proporción que los medidores de agua. Hasta ahora son 20 los reportes de tapas de cloacas que son hurtadas por desconocidos.
Para el presidente de los desarrolladores de vivienda se requiere que haya leyes más estricta para quienes incurren en estos ilícitos y “que no se pongan tantas trabas a los denunciantes, porque hemos denunciado a algunas personas y en el Ministerio Público nos piden que demostremos que somos los dueños del cable robado, prácticamente quieren que les hagamos su trabajo”.