Una granja en Nueva Jersey tiene una atracción especial para esta temporada de paseos en heno y laberintos de maíz: una catapulta para lanzar calabazas.
Un grupo de estudiantes de secundaria que están obsesionados con el arma medieval le pidieron a los granjeros Anthony y Heidi Lentini permiso para usar física para proyectar calabazas.
La pareja, que tiene laberintos de maíz en su granja en Newton para atraer clientes, aceptó.
Una media docena de estudiantes, los granjeros y un profesor de tecnología de la Escuela Secundaria Halsted comenzaron a trabajar en agosto y finalizaron la construcción de la catapulta este fin de semana.
El costo de mil 200 dólares fue financiado por los Lentini.
Los granjeros dicen que el aparato está funcionando, cubriendo los terrenos de la granja con pedazos de la fruta.