Los comerciantes muestran psicosis debido a las amenazas y a la severa crisis económica en la región.
Sombrerete, Zac.- El cierre misterioso de taquerías y restaurantes en el municipio ha ocasionado una psicosis entre los prestadores de servicios, ya que aducen que fue ocasionado por la amenaza de grupos armados, aunado a la fuerte crisis económica.
En menos de tres meses, varios de los principales negocios de comida en el municipio cerraron sus puertas en forma misteriosa, aunque fueron a establecerse a otros municipios cercanos.
Repercusiones.
El restaurante Mar Alex cerró sus puertas y deja sin empleo a 18 personas, varias de las cuales, principalmente amas de casa, siguen sin trabajo.
El siguiente negocio en cerrar fue Taquería Sahuayo donde laboraban más de 10 personas, y a pesar de que sus instalaciones siempre estaban repletas de comensales, de buenas a primeras cerró sus puertas hace 20 días.
Éxodo.
La taquería Geras, ubicada en el Centro, era un próspero negocio lleno de clientes y de pronto cerró sus puertas hace una semana y los dueños decidieron emigrar a otro lugar y quedaron sin empleo cinco personas.
Fueron vistos cuando cargaban con los utensilios de cocina, tanques de gas, cocinetas, mesas y sillas, y ante la pregunta de las personas, sólo acertaban a contestar que el negocio no rindió.
En esta misma semana la Hamburguesería Danny cerró las puertas del negocio a los clientes por las noches y ahora sólo tiene horario matutino.
Inseguridad.
Se señala como uno de los motivos que llegaban al lugar grupos armados que comían y se iban sin pagar, ya que eran de los más prósperos del municipio y siempre contaban con clientes.
Hartos de esto, los dueños decidieron cerrar, ya que fueron objeto de amenazas y dejaron sin empleo a un buen número de personas de escasos recursos económicos del municipio.
Por Brisia Arlette Ramírez
El Siglo de Durango
Cifras
18
Amas de casa fueron liquidadas del restaurante Mar Alex, luego de cerrar sus puertas por el temor a la ola de violencia.
20
Dias hace que cerró la Taquería Sahuayo donde laboraban más de 10 personas, a pesar de ser un próspero negocio.