Juan Carlos Guardado Gutiérrez, ex director de Seguridad Pública, presumiblemente utilizaba tiempo como servidor público para dedicarse a su empresa constructora.
El ex Director de Seguridad Pública atendía labores de su empresa constructora en su horario como servidor público.
Sombrerete, Zac.- La ausencia de Juan Carlos Guardado Gutiérrez, ex director de Seguridad Pública, de sus oficinas, quedó al descubierto, ya que a la par que “desempeñaba” este cargo, atendía labores de su empresa Industria y Construcción Carlo S.A. de C.V.
La denuncia de elementos policiales de que nunca se encontraba en sus oficinas y que manejaba la Dirección de Seguridad Pública a control remoto quedó al fin dilucidada.
Señalamiento. Desde meses atrás, Guardado Gutiérrez ya no era visto a bordo de ninguna patrulla policial, sino a bordo de una camioneta negra particular con el logo de la empresa Industria y Construcción Carlo S.A. de C.V.
Muchos se preguntaban qué hacía a bordo de esa camioneta. Guardado Gutiérrez, al mismo tiempo que fungía como director de Seguridad Pública, era director general de la empresa Constructora Carlo.
La empresa tiene domicilio en la comunidad San José de Félix, con Registro Federal ICC080717JR9 y teléfonos 433 935 21 82 y 433 100 2615.
Irregularidad. La renuncia de Guardado fue el pasado 3 de octubre de 2008 en sesión privada de Cabildo, ordenada por el presidente, Vicente Márquez Sánchez.
Guardado ganaba más de siete mil 500 pesos por quincena como director de Seguridad Pública, aparte de los ingresos que obtiene como constructor, y en clara violación a la ley, el Alcalde lo premió con 100 mil pesos, cuando, por derecho, no merecía indemnización.
Con una chamba no alcanza…
Pero ya desde meses atrás, Juan Carlos Guardado Gutiérrez, ex director de Seguridad Pública, desempeñaba funciones de constructor y prueba de ello es el documento fechado el pasado 3 de septiembre, dirigido a la Asociación Ganadera de Sombrerete, donde le presenta la cotización de una barda caída.
La cotización de Guardado por edificar una barda caída era de 65 mil pesos, con el cobro del 50 por ciento de anticipo. La Asociación Ganadera no le dio el trabajo a su empresa; otras personas se encargaron de ello y la cotización fue sólo de 50 mil pesos.
Por Brisia Arlette Ramírez
ESD