El comercio no respeta su horario, los niños no juegan en las calles y los jóvenes no van a los bailes.
Vicente Guerrero, Dgo.- Ante los hechos violentos que aquejan al municipio, a la entidad y al país, es necesario evitar sostener pláticas fatalistas frente a los niños, pues la familia como entidad formadora, es responsable de la información que ellos reciben.
Adriana Alvarado Serrano, psicóloga profesional de Vicente Guerrero recomienda que los pequeños no sean expuestos de forma directa a los medios de comunicación, sobre todo a las noticias que generan en los infantes ansiedad.
Dice que lo mejor es explicarles de la manera más natural posible las diferencias entre lo bueno y lo malo y las consecuencias que ello causa.
Por la violencia, la cabecera municipal de Vicente Guerrero se vuelve a sumir en una paranoia colectiva. Según la psicóloga Adriana Alvarado Serrano, a raíz de la jornada violenta del viernes 3 de octubre, negocios cerraron, los niños no salen a jugar y los jóvenes no van a bailar, lo que genera una disfuncionalidad laboral y social.
Esto debido a los hechos en los que fueron encontrados cuatro cadáveres con huellas de violencia y por la tarde se registró una fuerte balacera, persecución y la explosión de una granada entre militares y sicarios, con saldo fatal; lo que ha logrado afectar notablemente el equilibrio mental de la sociedad, pues, a decir de la consultada, es mucho el miedo que se siente.
La egresada de la Universidad José Vasconcelos aclara que estos hechos son generados por grupos de personas antisociales, que no sienten culpa alguna por sus actos y cuyo comportamiento es progresivo, pues, toda vez que las autoridades municipales se encuentran sumidas a la vez en la misma paranoia, lo que les impide actuar, por lo que estos sujetos seguirán generando miedo con sus hechos, si no es que vienen autoridades con renovados bríos que no entren en esta dinámica.
Mauricio A. Herrera
El Siglo de Durango
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Lo mejor es explicarles de la manera más natural posible las diferencias entre lo bueno y lo malo y las consecuencias que ello causa.
Como consecuencia de la violencia, la sociedad de la cabecera municipal de Vicente Guerrero se vuelve a sumir en una paranoia colectiva.
Estos hechos son generados por grupos de personas antisociales, que no sienten culpa alguna por sus actos y cuyo comportamiento es progresivo.
