Los aspirantes a la Presidencia de EU, Barack Obama y John McCain podrían enfrascarse en un fuerte duelo por la política estadounidense con Cuba. (Archivo)
Los aspirantes a la Presidencia de Estados Unidos, el demócrata Barack Obama y el republicano John McCain estarán esta semana en Miami en lo que será su primer “encontronazo” respecto a la política de Washington hacia Cuba.
McCain, quien defiende el embargo comercial y la política de línea dura del Gobierno del presidente George W. Bush hacia la isla caribeña, tiene planeado reunirse mañana con grupos de exiliados en el aniversario de la Independencia de Cuba.
Mientras Obama, que favorece un diálogo con el Gobierno cubano como un método para llevar reformas democráticas a la isla, así como el envío de dinero y viajes, ofrecerá un discurso tres días después ante la influyente Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA).
Josh Ernest vocero de Obama adelantó que los votantes del Sur de Florida tendrán la oportunidad de hacer una clara selección entre lo que puede ser un cambio en Washington contra el compromiso de McCain “de continuismo” de la política de Bush hacia Cuba.
Las posiciones divergentes en el tema cubano, reflejan estrategias nacionales de campaña más profundas, con un Obama que quiere presentarse como un agente de cambio y un McCain que aspira a una imagen de experimentado en temas de política exterior.
Jeff Sadosky vocero de McCain advirtió que la visita de Obama a Miami podría ser impopular, por su posición de negociar con el Gobierno comunista de la isla en forma incondicional antes de que éste realice cambios democráticos y elecciones libres.
Para Obama será su primera visita a Florida en nueve meses. En la pasada el grupo anticastrista Vigilia Mambisia protestó por su presencia. Ahora el grupo no planea “gastar su tiempo” y mejor apoyarán a McCain, según dijo su líder Miguel Saavedra.
En febrero pasado en un debate en Austin, Texas, Obama indicó que sería partidario de un encuentro con el nuevo gobernante cubano Raúl Castro sin condiciones previas.
“Para Estados Unidos no sólo es importante hablar con sus amigos, sino también con sus enemigos”, dijo el senador por Illionois en la ocasión.