Raúl “Acapulco’’ Herrera recordó ayer el ascenso del desaparecido equipo Laguna a Primera División Nacional, del cual fue integrante dos temporadas, de 1967 a 1969.
Torreón, Coah.- El próximo 18 de febrero se cumplirán 40 años de la conquista del ascenso a Primera División Nacional del desaparecido equipo Laguna, al coronarse ese día campeón de la temporada 1967-1968 de Segunda División al golear al equipo Zamora por 5-0 en el Estadio de San Isidro, que registró un lleno impresionante.
Ocho días antes, el 11 de febrero del mismo mes, la Ola Verde venció al Zacatepec por 1-0 en el estadio Agustín “Coruco” Díaz de Zacatepec, Morelos, con gol de Gerardo “Pantalones” Lupercio.
Sería justo que la directiva del Santos Laguna rindiera un homenaje a los jugadores sobrevivientes de aquella gloriosa Ola Verde, durante el partido de la sexta fecha, a celebrarse el domingo 17 de febrero del año en curso en el Estadio Corona, cuando los Guerreros reciban la visita del Atlante, actual campeón del futbol mexicano.
Raúl “Acapulco” Herrera, uno de los sobrevivientes de esa hazaña, que marcó la llegada de la Primera División Nacional a La Laguna, recordó que el partido en la selva cañera fue muy difícil, ya que Zacatepec tenía varios años de no perder en su estadio.
Además -dijo-, Zacatepec luchaba por regresar al máximo circuito del futbol mexicano, en el cual había sido campeón en dos ocasiones en la década de los años cincuenta.
“Acapulco” Herrera recordó que el Laguna viajó a Cuernavaca la noche del jueves ocho de febrero, a donde llegó el viernes por la tarde y se hospedó en un hotel de “mala muerte”.
“El domingo por la mañana, a la hora del desayuno, llegó don Gilberto Martínez, directivo del Laguna, a quien manifestamos nuestra inconformidad, y de inmediato nos trasladaron a una quinta de Cuernavaca, en donde permanecimos hasta las dos de la tarde”, apuntó el ex delantero de la Ola Verde.
Añadió que a esa hora se trasladaron a Zacatepec, y cuál fue su sorpresa que al llegar al estadio Agustín “Coruco” Díaz había una gran cantidad de aficionados laguneros, que acababan de llegar en autobús y algunos hicieron el viaje en tren.
“Sentimos una gran alegría al ver entrar tanta gente al estadio, que nos aplaudía y alentaba con porras, esto nos dio gran fuerza para enfrentar al Zacatepec”, manifestó visiblemente emocionado el “Acapulco” Herrera.
Enseguida contó que en el vestidor el técnico Juan Ángel “Pito” Pérez les preguntó cómo querían jugarle al Zacatepec, y la respuesta de los jugadores fue que como lo habían hecho durante el torneo, ya que les había dado buenos resultados.
“Al saltar a la cancha sentimos de inmediato el apoyo de los aficionados laguneros que estaban en las tribunas, y nos hizo sentirnos como que jugábamos en el estadio de San Isidro”, apuntó Raúl Herrera.
Señaló que la presión del Zacatepec durante el partido fue indescriptible, el primer tiempo terminó empatado a cero goles. En el descanso el técnico Juan Ángel “Pito” Pérez decidió cambiar de portero, entrando Jesús “Negro” Ramírez por Rubén Villalpando, y les dio la indicación de que siguieran jugando igual.
“Fue en la segunda parte cuando logramos el gol que nos dio el triunfo: la jugada se inició en un pase de Rodolfo Álvarez a Refugio “Coyota” Fernández, quien centró desde la banda derecha y el portero Óscar Ávila salió por el balón, pero éste se le escurrió entre las manos y de atrás llegó Gerardo Lupercio para empujar la pelota al fondo de las redes”, contó muy entusiasmado Raúl Herrera.
A raíz de este triunfo, una empresa vitivinícola de la región le dio un premio de 50 mil pesos al equipo Laguna, el cual fue repartido entre sus integrantes.
Raúl Herrera admitió que la victoria frente a Zacatepec fue la clave para la conquista del campeonato, ya que ocho días después se coronaron en el estadio de San Isidro, al golear por 5-0 al equipo Zamora, habiendo anotado el tercer tanto, los otros fueron de Refugio “Coyota” Fernández, Gerardo “Pantalones” Lupercio, Joaquín “Pato” Villarreal y Emilio Aldrete.
Al término del juego contra Zamora los aficionados invadieron la cancha y hubo una gran fiesta con mariachis. En caravana se fueron desde el Estadio de San Isidro a la Plaza de Armas, desfilando por bulevar Independencia hasta calzada Colón, luego hasta avenida Morelos y por esta última llegaron al paseo principal de la ciudad.
“Los aficionados iban a pie y los jugadores sobre unos carros, de esta manera festejamos el ascenso del Laguna y la llegada de la Primera División Nacional a la Comarca, un año después ascenderían los Diablos Blancos del Torreón y para sorpresa de todos llegó a tener esta ciudad dos equipos en el circuito máximo del futbol mexicano”, terminó diciendo Raúl “Acapulco” Herrera.