Así lucía El Salto ayer por la mañana luego de la nieve que cayó durante la madrugada.
EL SIGLO DE DURANGO
EL SALTO, P.N., DGO.- Los habitantes de El Salto durmieron acechados por fuertes ráfagas de viento e incluso tolvaneras, pero al despertar fueron sorprendidos por el resplandor de la nieve que cubría la ciudad.
Este lunes, El Salto y la Sierra de Pueblo Nuevo fueron azotados por los fuertes vientos que incluso dejaron algunas casas casi sin techo, pues las láminas fueron desclavadas por la fuerza del fenómeno.
El viento que inició desde temprana hora permaneció durante todo el día, el cual derribó algunos árboles y bardas en la cabecera municipal de Pueblo Nuevo.
CAYÓ TIERA
Las tolvaneras se hicieron presentes en esta zona de la entidad, pues debido a la falta de lluvias que ha prevalecido provocaron que la tierra suelta y los fuertes vientos se aliaran para malestar de muchos.
Muchos ciudadanos se vieron impedidos para realizar sus actividades con normalidad, pues el polvo ni siquiera los dejaba abrir los ojos.
Por la noche, los fuertes vientos continuaron pero las nubes empezaron a cerrar el cielo y la temperatura descendió de manera considerable.
Cerca de la una de la madrugada del martes las plumas comenzaron a caer y, según los reportes locales, esto ocurrió de manera simultánea casi en toda la Sierra de Pueblo Nuevo.
En algunas partes bajas, la nieve alcanzó 15 centímetros de altura, mientras que la carretera Durango-Mazatlán estuvo cerrada por algunas horas por el hielo y la nieve que había en su superficie.
El recuento
Los niños muy temprano por la mañana aprovecharon su primer día de vacaciones para salir a jugar con la nieve en la cabecera municipal de Pueblo Nuevo.
Por otra parte, algunos trataban de rehabilitar algunos daños en sus casas causados más por el viento que por la nieve.