El Papa Benedicto XVI dirigió ayer un llamamiento a la solidaridad y para que en el centro de los debates del G-8 estén las necesidades de los más pobres. (EFE)
El Papa Benedicto XVI dirigió ayer al G8 un llamamiento a la solidaridad y para que en el centro de sus debates estén las necesidades de los más pobres, cuya vulnerabilidad ha aumentado por la especulación y las turbulencias financieras y sus “efectos perversos” en los precios de los alimentos y la energía.
Benedicto XVI, que hizo este llamamiento después del rezo del Ángelus desde su residencia de Castelgandolfo, deseó que “generosidad y clarividencia” ayuden a tomar decisiones y a relanzar un “justo proceso de desarrollo integral en salvaguarda de la dignidad humana” .
El Papa pidió a los participantes en el G8 que pongan en el centro de sus deliberaciones “las necesidades de las poblaciones más débiles y más pobres, cuya vulnerabilidad ha aumentado hoy por las especulaciones y las turbulencias financieras y por sus efectos perversos en los precios de los alimentos y de la energía” .
Además, recordó que en estos días “se han alzado numerosas voces” para pedir que se realicen los compromisos adquiridos en anteriores G8 y “se adopten valientemente todas las medidas necesarias para vencer los flagelos de la pobreza extrema, el hambre, la enfermedad, el analfabetismo, que golpean aún a tanta parte de la humanidad” .
“También yo me uno a este urgente llamamiento a la solidaridad”, agregó Benedicto XVI. Los líderes del G8 se reunirán hoy en Hokkaido, la isla más al Norte de Japón, para hablar de cambio climático, crisis alimentaria y escalada del precio del petróleo.