El descubrimiento demuestra que el Hubble y otras misiones de la NASA, como la del telescopio espacial Webb, pueden detectar moléculas orgánicas en planetas que giran en torno a otras estrellas mediante la espectroscopia. (Archivo)
Científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) han detectado mediante el telescopio espacial Hubble la primera molécula orgánica en la atmósfera de un exoplaneta del tamaño de Júpiter, informó el organismo de la NASA.
El descubrimiento, que también confirma la presencia de agua en la atmósfera de ese planeta, "es un importante paso" en los esfuerzos por identificar signos de vida en un planeta fuera del sistema solar, dijo JPL en un comunicado.
Añadió que la molécula es del gas metano, "que bajo las circunstancias adecuadas puede desempeñar un papel clave en la química prebiótica", es decir las reacciones consideradas necesarias para formar vida tal como la conocemos en la Tierra, señaló.
"Este es un avance crucial para identificar moléculas prebióticas en planetas donde podría existir vida", afirmó Mark Swain, científico de JPL.
Además, indicó el comunicado, el descubrimiento demuestra que el Hubble y otras misiones de la NASA, como la del telescopio espacial Webb, pueden detectar moléculas orgánicas en planetas que giran en torno a otras estrellas mediante la espectroscopia, en un proceso que divide la luz en sus componentes y revela las características que distinguen a los diferentes elementos químicos.
La presencia de agua en ese planeta, identificado como HD 189733b había sido detectada anteriormente por el telescopio Spitzer el año pasado.
El descubrimiento se realizó a través de observaciones realizadas por la cámara infrarroja y el espectrómetro multiobjetos de Hubble.
"Con esta observación no hay duda de que hay agua" en la atmósfera del planeta que está a 63 años luz de la Tierra, en la constelación Vulpecula.
HD 189733b es un enorme "Júpiter candente", con temperatura media de unos 930 grados centígrados y tan cercano a su estrella que solo tarda dos días en completar una órbita de traslación.
Aunque es muy candente como para albergar vida parecida a la que existe en la Tierra, "esta observación es prueba de que se puede utilizar la espectroscopia en un planeta más frío, potencialmente habitable y del tamaño de la Tierra", dijo Swain.