Las policías de España y Portugal se incautaron de 9.4 toneladas de cocaína en el interior de un refrigerador cargado con 24 toneladas de pulpo congelado que había llegado al puerto de Lisboa.
El pulpo estaba empaquetado en cajas de cartón, en algunas de las cuales se encontraba una cantidad indeterminada de clorhidrato de cocaína, cuyo peso bruto es de unas 9.4 toneladas, incluido el hielo.
Una de las cajas fue trasladada como muestra al laboratorio de Policía Científica portuguesa y sometido a un análisis en el que se comprobó la presencia de cocaína.
La Policía lusa detuvo a otras tres personas de nacionalidad portuguesa, entre ellas una mujer, cuya identidad no ha sido facilitada.
Según las autoridades policiales españolas, lo más "sobresaliente" de esta operación es el inédito modus operandi en el camuflaje de la droga, desconocido hasta ahora en España y Portugal.
La carga procedía de Venezuela y tenía como destino una empresa de importación portuguesa, para después continuar viaje a España, añade la nota policial, que señala que la banda desarticulada formaba un grupo organizado y mantenía en su estructura un reparto de responsabilidades entre distintos individuos.