Las obras de construcción del aparcamiento subterráneo que se llevan a cabo en un barrio de Barcelona, en una zona que en el Medievo fue mar, han dejado al aire libre un barco que según los arqueólogos que supervisan este yacimiento se hundió en el siglo XIII o XIV.
Los restos de la nave están a unos siete metros por debajo del nivel del mar, en un punto en el que se ha encontrado boca abajo el casco de madera de un barco que naufragó o se hundió frente a lo que entonces eran las costas de la capital catalana.
La embarcación es de origen atlántico, por su estilo de construcción, según los expertos.
El director del Museo de Historia de Ciudad, Joan Roca, que hoy ha visitado el yacimiento acompañado por el alcalde, Jordi Hereu, ha señalado que es una pieza que demuestra la relación que el puerto barcelonés tenía no sólo con el Mediterráneo, sino también con otras ciudades atlánticas.
El lugar en el que ha aparecido el barco son los antiguos terrenos de la empresa ferroviaria Cercanías Renfe, donde la empresa Sacyr Vallehermoso está construyendo desde julio de 2006 una promoción de pisos.
Por la ubicación del hallazgo, en un lugar central de la ciudad, la supervisión corresponde al Servicio de Arqueología del Museo de Historia de la Ciudad y la Dirección General de Patrimonio de la Generalitat.
