El hallazgo del fósil permitirá reescribir la historia evolutiva de los cangrejos.
Investigadores de México y Estados Unidos encontraron que el pequeño cangrejo, denominado megaxantho, fue de las primeras especies de crustáceos en desarrollar pinzas diferentes para perforar la concha de los moluscos, lo cual obligó a éstos últimos a evolucionar rápidamente.
El hallazgo de un fósil de cangrejo en la selva de Chiapas, que además de tener pinzas de diferentes tamaños, tiene la insólita edad de 70 millones de años, lo cual ha comprobado que este tipo de crustáceos habita la Tierra desde la época de los dinosaurios y abre las puertas a nuevas teorías en torno de la evolución de estos animales y de los moluscos.
"El hallazgo del fósil permitirá reescribir la historia evolutiva de los cangrejos y de los moluscos, a los cuales depredaban”, comentó Greg Dietl, investigador de la Universidad de Cornell, Estados Unidos y líder del proyecto científico.
El investigador del Departamento de Ciencias Atmosféricas y de la Tierra explicó que hasta ahora se creía que los cangrejos con tenazas de diferentes tamaños comenzaron a existir hasta la era Cenozoica, es decir, 20 millones de años después de este fósil.
De acuerdo con el estudio que ahora se publica en la revista Biology Letters, la gran pinza derecha servía para generar la fuerza suficiente y romper las conchas, mientras que la tenaza izquierda, más pequeña, se movía más rápido y podía manipular la posición de su presa.
Francisco Javier Vega, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y coautor del estudio, concluye que esa evidencia rechaza la teoría de que estos crustáceos pudieron romper conchas de moluscos después de la extinción de los dinosaurios.
El fósil, de acuerdo con el especialista del Instituto de Geología de la UNAM, también demuestra que la de los cangrejos fue una especie capaz de sobrevivir a los cambios que sufrió el planeta provocados por el choque de un meteorito hace 65 millones de años y que produjo la desaparición de los dinosaurios.
Después de su hallazgo, el fósil fue visitado por especialistas estadounidenses, entre ellos Greg Dietl. “Greg vio el ejemplar pero no me dijo nada, fue hasta que llegó a Estados Unidos cuando me envío un correo y me dijo que sospechaba que el cangrejo tenía una estructura que le resultaba muy importante”.
