Tras escaparse de una captura, Eli Manning lanzó un pase desesperado y arriesgado por todo el medio. David Tyree se elevó, y con Rodney Harrison a sus espaldas, logró arropar el balón con ambas manos. (Fotografías de AP)
En duelo no apto para cardiacos, se lleva Gigantes el Súper Tazón.
Glendale, Arizona.- Una genialidad del receptor Plaxico Burress le dio a Gigantes de Nueva York el triunfo en el Super Tazón, al imponerse por 17-14 a los grandes favoritos Patriotas de Nueva Inglaterra, en dramático duelo disputado en el Estadio de la Universidad de Arizona.
Con un magnífico corte sobre la línea de anotación, Burress se quitó de encima al defensivo para atrapar casi solo el envío de Eli Manning, de 13 yardas en las diagonales, que les dio el triunfo en el Super Tazón XLII.
La jugada de Burress arruinó la temporada perfecta de Nueva Inglaterra, que buscaba emular la hazaña de los Delfines de Miami de 1972, luego que terminaron la campaña 17-0 y ganaron sus dos duelos de postemporada, con lo que sólo faltó la “cereza del pastel”.
Del otro lado, Eli Manning hizo historia al ser el segundo en la familia en ganar un Super Tazón, algo que nunca había sucedido, y además en años consecutivos, ya que el año anterior su hermano mayor, Peyton, ganaba el título de la NFL con los Potros de Indianápolis.
La suerte favoreció a los neoyorquinos tras ganar el volado y recibir para la primera ofensiva del juego, con lo que Eli Manning saltó al campo a tratar de ponerle número a la visita, para lo cual eslabonó una serie ofensiva sostenida, de control de balón, para mantener a Tom Brady en la banca.
Sin embargo, una larguísima ofensiva de 9:57 minutos, la más larga en la historia del Super Tazón, resultó poco productiva para Gigantes, luego que tuvieron que conformarse con un gol de campo de 32 yardas de Lawrence Tynes, quien puso los cartones 3-0 para iniciar el partido.
Cuando por fin entró al emparrillado, Brady se mostró un tanto inseguro y falto de ritmo, luego de dos semanas de descanso tras el Juego de Campeonato de la Conferencia Americana, aunque eso no le impidió guiar a su ofensiva hasta la “zona prometida”.
Nueva York estuvo a punto de frenar a Brady al forzarlo a intentar una tercera y diez, pero el apoyador Antonio Pierce cometió interferencia de pase en la zona de anotación, que preparó la escena para que Laurence Maroney pusiera el 7-3 con acarreo de una yarda, en la primera jugada del segundo cuarto.
El resto del segundo episodio fue propiedad de las defensivas, en especial la de Gigantes, que logró poner presión a Brady para capturarlo en dos ocasiones seguidas, tres en la primera mitad, en tanto la de Patriotas tuvo problemas para llegarle a Manning, aunque al final lograron mantener el peligro lejos de sus diagonales.
La tónica del juego fue la misma para el inicio de la segunda mitad, con las defensivas como dueñas absolutas del emparrillado, aunque una genialidad del entrenador en jefe de Nueva Inglaterra, Bill Belichick, le puso emoción al juego.
Patriotas ya había tenido que despejar el balón, sin embargo, en esa jugada Nueva York tenía 12 hombres en el terreno, situación que notaron los observadores de Belichick, quien de inmediato retó la jugada para ganar cinco yardas por el castigo que le permitió a su equipo mantenerse a la ofensiva.
No obstante, unas cuantas jugadas más tarde, Gigantes volvió a detener, en su yarda 30, y cuando todo parecía ideal para que el pateador Steve Gostkowski entrara para intentar un gol de campo de 48 yardas, Belichick decidió jugársela en cuarta, pero su equipo falló en la ejecución para ceder el balón a su rival.
La falta de presión sobre Manning por fin le hizo daño a los “Pats” al inicio del cuarto episodio, cuando los neoyorquinos por fin encontraron el camino a través del laberinto defensivo de sus rivales, en serie cuya jugada clave fue el pase que abrió la serie, un envío de 45 yardas con el ala cerrada Kevin Boss.
De ahí, Gigantes se acercó lenta pero inexorablemente a las diagonales, hasta que por fin rompió el plano con un balazo de cinco yardas del menor de los Manning para David Tyree que les dio la delantera por 10-7, cuando faltaban 11:05 minutos por jugarse.
Pero cuando parecía que los de la Gran Manzana se encaminaban a la victoria gracias al trabajo de su defensa, precisamente esta unidad dejó de presionar a Brady, quien supo hallar los huecos en la muralla rival para llegar hasta la zona de anotación.
El receptor Randy Moss, quien había pasado desapercibido toda la noche, se hizo presente en el emparrillado al atrapar un rápido pase de seis yardas de su quarterback, para darle la vuelta al marcador con un 14-10 que ponía en graves aprietos a los neoyorquinos.
Con 2:42 minutos por jugarse, los Patriotas ya empezaban a destapar la champaña, sin embargo, Eli Manning sacó la casta y guió a su equipo a través de 83 yardas, evitando incluso una intercepción en el camino para completar un pase casi increíble con Tyree, de 32 yardas.
Algunas jugadas más tarde, Burress se internó en las diagonales al quitarse al defensivo Ellis Hobbs con un gran corte y atrapar el pase del triunfo, de 13 yardas, para poner el definitivo 17-14 en el marcador y llevarse el triunfo en el Super Tazón XLII.
Al término del partido, Brady tuvo un acumulado de 266 yardas tras completar 29 pases en 48 intentos, uno de ellos para anotación; por tierra Maroney colaboró con 36 yardas en 14 acarreos, mientras Wes Welker puso 103 yardas en 11 atrapadas para la causa patriota. Mientras que Randy Moss completó cinco envíos para 62 yardas y un touchdown.
Del lado neoyorquino, Manning hizo buenos 19 de 34 intentos con ganancia de 255 yardas, dos envíos a las diagonales y uno interceptado; el corredor Ahmad Bradshaw puso 45 en nueve acarreos y, por aire, Amani Toomer colaboró con 84 en seis atrapadas.
Anotaciones por cuartos:
Gigantes 3 0 0 14 — 17
Patriotas 0 7 0 7 — 14
