Últimos días de campaña de Obama y McCain Aclamados por miles de simpatizantes, John McCain y Barack Obama participaron ayer en distintos actos durante el último fin de semana de su maratónica campaña por la Presidencia, el republicano en busca de dar una sorpresa estuvo en Virginia Pensilvania y su rival con una confianza evidente estuvo en Nevada, Colorado y Missouri. (Fotografías de EFE)
Dos guerras abiertas, la perspectiva de dos nuevas potencias nucleares y una opinión mundial de EU por los suelos es el panorama a enfrentar.
Dos guerras abiertas, la perspectiva de dos nuevas potencias nucleares y una opinión mundial de Estados Unidos por los suelos será parte de la herencia poco halagüeña en política exterior que recibirá el próximo presidente del país.
Tanto si el vencedor es el demócrata Barack Obama como si es el republicano John McCain, tras las elecciones del 4 de noviembre tendrán poco tiempo para descansar de lo que han sido casi dos años de campaña electoral.
Apenas diez días más tarde, el presidente saliente, George W. Bush, ha convocado una cumbre internacional para tratar sobre la crisis financiera, donde su sucesor podría tener su estreno internacional.
El nuevo presidente tendrá también que ponerse al día rápidamente acerca de la situación en Irak, donde EU y el Gobierno de Bagdad negocian un acuerdo para la continuidad de las tropas estadounidenses en ese país.
El 31 de diciembre expira el mandato de la ONU que legaliza la presencia de esos 155 mil soldados, y a poco más de dos meses, el borrador del acuerdo, que prevé mantener ese contingente en Irak hasta 2011, aún no se ha firmado.
Cuando asuma el cargo, el próximo 20 de enero, el sucesor de Bush tendrá que empezar a tomar decisiones sobre el futuro de esas tropas y cómo poner fin a esa guerra. Barack Obama es partidario de una retirada gradual a lo largo de un año y medio, mientras que McCain no descarta la permanencia a largo plazo.
La segunda guerra abierta, en Afganistán, tiene unas perspectivas cada vez más espinosas. El movimiento talibán ha resurgido y la red Al Qaeda ha encontrado refugio, según EU, en las zonas tribales del Noreste de Pakistán. Washington se ha comprometido a enviar más tropas, pero ha encontrado escaso entusiasmo entre sus aliados para reforzar el actual contingente de la OTAN.
Obama asegura que si resulta elegido enviará parte de las tropas ahora en Irak a Afganistán, que considera la principal prioridad bélica estadounidense. También ha advertido que, si Pakistán no coopera, está dispuesto a intervenir en las áreas tribales en busca de los líderes de Al Qaeda.
McCain se opone a ello, y ha acusado a su rival de ingenuo por su amenaza a Pakistán, como ha dejado claro en la serie de debates presidenciales que han mantenido los dos candidatos.
No es la única área de desacuerdo entre ambos en lo que respecta en política internacional. La principal concierne a la disposición de Obama de reunirse sin condiciones previas -aunque sí con los preparativos adecuados- con líderes de países hostiles a EU, una posición que McCain ha denostado.
El próximo presidente tendrá también que hacer frente a la creciente amenaza nuclear que emerge de Irán y vigilar que Corea del Norte cumpla sus compromisos para desmantelar sus instalaciones atómicas, en un proceso que en sus tres años de vigencia ha sufrido numerosos estancamientos y reveses.
A todas luces, si no se produce un progreso sorprendente en las negociaciones de aquí a enero, tendrá que intentar dar un nuevo impulso a las conversaciones de paz entre israelíes y palestinos.
Bush se ha comprometido a lograr un acuerdo antes de abandonar el cargo, aunque tras la dimisión del primer ministro israelí, Ehud Olmert, las perspectivas parecen distantes.
En América Latina, el sucesor de Bush tendrá que vérselas con la ola de populismo en países como Bolivia y Ecuador, y ganarse de nuevo a una región dolida tras lo que ha percibido como el abandono de Bush.
Pero, sobre todo, el gran desafío del nuevo presidente de EU será recuperar la estima por su país en el exterior, que sufrió un duro golpe a raíz de la guerra en Irak.
Sea McCain u Obama, puede encontrar solaz en un dato: según una encuesta del Centro Pew en 21 países el pasado junio, la gran mayoría de ellos -incluido EU- esperaba que la política exterior estadounidense mejorara tras la marcha de Bush.
‘Estadounidenses en México se inclinan por McCain’
Una serie de encuestas realizadas en meses recientes a nivel mundial demuestran que los extranjeros apoyan mayoritariamente al demócrata Barack Obama, pero en México e Israel los estadounidenses expatriados se inclinan por el republicano John McCain.
En México, país donde reside la mayoría de estadounidenses en el extranjero, los activistas políticos dicen que hay un gran interés.
Larry Rubin, que dirige el grupo Republicanos en México, cree que dos tercios de los aproximadamente 1.2 millones de estadounidense en ese país son republicanos. Indicó que los votantes simpatizan por McCain debido a su respaldo con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés), y se oponen a Obama por su relación con los sindicatos.
Sin embargo, Tess Wheelwright, 26 años y quien es de Massachussets, pero vive en México, dice que desea hacer historia al votar por el primer presidente negro. “No quiero decirle a las futuras generaciones que no voté por Obama”, agregó.
En total, son 6 millones los estadounidenses en el extranjero aptos para votar, según la Comisión de Asistencia Electoral, aunque el número de los que votan es mucho menor.
Reside tía de Obama ilegalmente en Estados Unidos
Una tía de Barack Obama, una keniana que vive en un edificio de beneficencia pública en Boston, reside ilegalmente en Estados Unidos desde hace cuatro años al rechazar un juez de inmigración su petición de asilo político, pero se niega a abandonar el país, según se informó a The Associated Press.
Zeituni Onyango, de 56 años y llamada “querida tía Zeituni” en las memorias de Obama, recibió una orden judicial de abandonar Estados Unidos que falló un juez de inmigración tras rechazar su petición de asilo político, informó el viernes por la noche a la AP una persona familiarizada con el asunto. Esa persona habló a condición de guardar el anonimato porque nadie está autorizado a discutir el caso de Onyango.
En Chicago, Obama dijo ayer que no estaba al tanto de que su tía residiera ilegalmente en Estados Unidos y agregó que deben ser aplicadas las leyes correspondientes.
Una información facilitada a la AP por la campaña de Obama dijo que el senador “no está al tanto de su estatus, pero obviamente cree que deben ser respetadas todas y cada una de las leyes apropiadas”.
Obama conoció a Onyango cuando viajó a África de adulto.
La campaña dijo que el senador la ha visto en varias ocasiones desde ese encuentro, comenzando por su regreso de un viaje a Kenia en compañía de su esposa, Michelle, cuatro años después del primer viaje. Onyango visitó a la familia en Chicago con un visado turístico a invitación de Obama hace unos nueve años, según la campaña, y la mujer se detuvo en la costa oriental de Estados Unidos para visitar a diversas amistades antes de regresar a Kenia.
La mujer asistió a la toma de posesión de Obama en el Senado federal en 2004, pero los directivos de la campaña dijeron que Obama no intervino para que le concedieran un visado de turista y desconoce los detalles del caso. La campaña agregó que las últimas noticias que tuvo de ella fue hace dos años cuando le llamó para indicarle que se encontraba en Boston, aunque no la vio allí.
Según los documentos presentados por la campaña de Obama con la Comisión Federal Electoral, Onyango contribuyó 260 dólares a la carrera política de Obama.