Momento justo en el que Enrique Esqueda consigue el segundo gol de las Águilas del América, para acrecentar las esperanzas azulcremas de avanzar a los cuartos de final de la Copa Libertadores, lo que finalmente consiguieron con un tercer tanto de Salvador Cabañas. Al final América se impuso 5-4 en el marcador global al Flamengo de Brasil. (Jam Media)
América de México escribió una de las páginas más heroicas en su historia al derrotar 3-0 (global 5-4) a Flamengo de Brasil en el mismo estadio Maracaná, para conseguir su boleto a cuartos de final de la Copa Libertadores.
“La magia no existe”, una frase muy socorrida por muchos técnicos, sin embargo, Juan Antonio Luna enseñó que la puede hacer, pese a que la semana anterior aseguró que era “fantasioso” darle la vuelta a la desventaja de 4-2 con la que llegaban. Su fórmula, fue sencilla: parar a un equipo con mucho orden, sin perder la paciencia, con contundencia al frente y una dosis de suerte.
Esto fue América durante una primera parte en la que fue dominado mayormente por Flamengo, aún así, pocas fueron las opciones de gol que tuvo el cuadro brasileño. Ismael Rodríguez, Carlos Sánchez y el argentino Sebastián Domínguez se comportaron como nunca antes lo habían hecho en los últimos cinco meses.
Otro factor que sin duda fue determinante para ponerse muy cerca del milagro en el periodo inicial fue la labor de Germán Villa, Alejandro Argüello y Juan Carlos Silva en la contención, de quienes el “Torito” fue el que más buscó acompañar a sus dos únicos hombres al frente, Enrique Esqueda y el paraguayo Salvador Cabañas. Luego de soportar el primer cuarto de hora con la meta intacta, el conjunto mexicano decidió ir al frente y en lo que prácticamente fue su primer disparo a puerta, Cabañas, en una muestra de esa garra que pocos tienen, sacó un disparo que rozó la pierna de un zaguero para darle altura al balón y batir a Bruno, para el 1-0, al 20.
Con la ventaja, América no se volvió loco, al contrario mantuvo la misma postura y acortó aún más distancias en un contragolpe, en que Argüello sirvió largo a Silva, quien muy bien con la cabeza le puso el esférico a Esqueda y éste, ante la salida de Bruno, tocó por encima para enviarlo al fondo de las redes, al minuto 38.
El técnico Joel Santana necesitaba un gol para calmar todo y ordenó los ingresos de Obina y Diego Tardelli, con lo que logró inquietar mucho más a Ochoa.
Flamengo generó opciones de gol suficientes como para olvidarse de cualquier problema, pero fue incapaz de darle dirección a sus envíos sobre la meta del cuadro americanista que siguió tranquilo, sin precipitarse y eso fue la clave para alcanzar un tercer tanto, que parecía un sueño imposible.
La suerte también juega y ésta estuvo del lado de los mexicanos, quienes a 13 minutos del final lograron el gol que necesitaban en un tiro libre de Cabañas, que la barrera desvió para dejar sin oportunidad a Bruno Fernandes y poner así el global 5-4.
América soportó el embate del actual monarca brasileño, no dejó pasar ni el viento para así echar a perder la despedida del técnico Joel Santana, que se va a dirigir a la selección de Sudáfrica, pero lo más importante es que logró algo que muchos dudaban: Venir de atrás, y pese a su temporada de pesadilla, logró el “maracanazo” para colocarse dentro de los seis mejores equipos del continente, ante la incredulidad de muchos.
