HISTORIA DE TAXI / Una aventura “pasajera”
Nombre: Luis Enrique Madero Blanco
Profesión: Contador Privado
Ocupación: Taxista
Tiempo de trabajo: Un mes
Durango. Por 25 años se mantuvo al volante de una combi, circunstancias de la vida lo llevaron a desempeñar otros trabajos en México y en el extranjero, ahora el destino lo tiene laborando como chofer de taxi y aunque económicamente no es lo que esperaba, a Luis Enrique Madero Blanco le gustó la aventura temporal de desempeñarse en este oficio, pues en unos días dejará la actividad luego de un mes de trabajar jornadas de hasta 14 horas.
¿Cómo empezó su trabajo al volante?
“Pues es que yo trabajé durante 25 años como chofer de la ruta Silvestre Revueltas, en ese entonces eran combis, luego me fui a trabajar como ayudante de minero por un año y ahora tengo apenas un mes como taxista. Es que ya tenía las placas y las aproveché, pero ya nada más hasta esta semana y luego ya pues a ver qué pasa”.
¿Le gusta?
“Pues, sí. Realmente me parece una buena manera de conocer a la gente, aunque de repente hay quienes se quieren pasar de vivos y pues a ese tipo de personas mejor hay que sacarles la vuelta para que no le vayan a hacer algo a uno. Es fácil identificarlas principalmente por su forma de vestir y su modo de moverse, así se sabe si andan borrachos o drogados, aunque el lugar donde viven no tiene mucho qué ver porque yo me puedo topar con esa gente aquí mismo en el Centro.
¿Es negocio ser taxista?
Ya no, ya no es negocio. Esto apenas le sirve a uno para sacar lo justo para mantenerse y pues para dar para ‘el chivo’, pero no para vivir bien, ya hay demasiados carros.
¿Cuáles son los estudios que tuvo?
“Yo estudié Comercio en la Escuela Antonio Caso, que ahora ya ni existe; luego me fui a trabajar dos años en Estados Unidos nada más para ver cómo era, trabajé de panadero, de albañil, de chofer y de cocinero; pero estaba de ilegal y eso no me gustó, por eso me regresé y fue cuando empecé en las combis”.
¿Qué tipo de experiencias le ha tocado vivir?
“Todos los días que salgo de mi casa me encomiendo a Dios, gracias a él no me han tocado cosas desafortunadas. Pero es agradable sobre todo cuando dejo señoras y que me dan la bendición o que desean que Dios me cuide y me bendiga”.
¿Hasta cuándo seguirá como taxista?
“Pues creo que hasta el domingo nada más, ahorita trabajo desde las 9:00 de la mañana hasta las 9:00 de la noche, pero me gustó porque no tengo horario de trabajo fijo y soy mi propio patrón”.
Juan Manuel Cárdenas
El Siglo de Durango
