Centro de Desarrollo para Personas Ciegas y de Visión Baja
(Segunda parte)
¡Bienvenidos otra vez! Agradecemos mucho su interés por el artículo de la semana anterior. Retomando la información, se comentó que en Ver Contigo no sólo se trabaja con niños invidentes y de visión baja sino que también se proporciona apoyo psicológico a los padres para que puedan afrontar esta nueva realidad.
Hay que tratar de imaginar la situación de los padres de familia ante el diagnóstico de ceguera o visión baja en su hijo(a), el impacto en la esfera emocional de la pareja es inminente, lo que conlleva a una gran necesidad de que alguien los entienda. El área socio-familiar se desorganiza, hay alteraciones en los roles, se presentan interrogantes en torno a la situación de la pareja, existe una desorientación tal que bloquea la posibilidad de una reacción inmediata para generar actividades positivas que ayuden la mejor integración del hijo(a). El quehacer del área de psicología en Ver Contigo está encaminada a realizar un acompañamiento terapéutico individual y grupal a los padres de familia así como a sus hijos. De igual manera desarrollar actividades complementarias como cursos y talleres que sirvan de herramientas para desarrollar las habilidades sociales y de aprendizaje del niño(a) que le permitan una mejor integración al entorno social en donde se desenvuelve.
Pero, ¿cómo empieza todo este proceso al interior de la familia desde el momento del diagnóstico? A partir de este momento puede haber una paralización por los sentimientos que pueden ir desde la depresión, frustración, sentimientos de culpa que bloquean la posibilidad de promover un desarrollo efectivo.
Dentro del contexto familiar de muchos niños ciegos o de visión baja se suscitan fenómenos psicosociales, que pueden ser considerados y que son producto de temores, prejuicios, rechazos o desconocimiento de la forma de tratar a las personas con discapacidad. Estos factores suelen obstaculizar la adquisición de experiencias de aprendizaje con repercusiones en el desarrollo general del niño(a) y la familia. Pudiera citarse como un fenómeno psicosocial, la sobreprotección, que puede ser un derecho a corto plazo por parte de los padres, pues la llegada del niño(a) está sujeto a la inexperiencia de su trato, al desconocimiento de su potencial, constituyéndose en un problema no dimensionado, en cuyo primer momento origina en la mayoría de los casos una etapa de shock. Si la sobreprotección no se transforma por ingredientes como el sentido común, el afecto y la objetividad para propiciar la búsqueda de estrategias de acuerdo a los requerimientos del niño para favorecer su desarrollo, la sobreprotección puede ejercer severos daños en la forma de conceptuarse a sí mismo y relacionarse con los demás. Puede poner en juego la línea de equilibrio entre el amor y la autoridad con lo que se pierde el acercamiento a las normas, a la discriminación entre lo adecuado o inadecuado; necesario en las relaciones personales.
Así pues en Ver Contigo los padres reciben orientación para enfrentar esta realidad en su hijo(a) apoyados en las diferentes áreas de trabajo, incluyendo el área de psicología.
Punto de contacto.
psicologia@vercontigo.org.mx
