Las hormonas son responsables de que las mujeres se sientan tristes o felices, pues influyen en el estado de ánimo, en el deseo sexual y en la respuesta al dolor.
Es posible que nunca te hayas puesto a pensar en todas las acciones en que se involucran las hormonas femeninas.
Las hormonas son responsables de que las mujeres se sientan tristes o felices, pues influyen en el estado de ánimo, en el deseo sexual y en la respuesta al dolor.
Se puede decir en pocas palabras que desempeñan un importante papel en la calidad de vida de las mujeres o como dice el doctor Julio Morfín Martín, presidente de la Asociación Mexicana para el Estudio del Climaterio (AMEC): “Son cómplices, aliadas y acompañan a la mujer en los momentos más importantes en su vida”.
En la adolescencia las hormonas femeninas (estrógenos y progestágenos), tienen que ver con la formación de la silueta y la maduración de los órganos reproductores.
Más tarde, durante el embarazo, ayudan al desarrollo del bebé y tras el nacimiento permiten que la nueva mamá pueda amamantar a su hijo.
Es decir que, juegan un papel importante en la etapa reproductiva, durante la gestación y la lactancia, pero eso no es todo, pues igualmente cuidan su corazón y huesos.
Por ello, en la menopausia, al decrecer la producción de estas sustancias, merman el ánimo, salud y bienestar de las mujeres.
Nadie debe perder de vista que, los estrógenos, son importantes guardianes del buen funcionamiento del corazón y del sistema cardiovascular femenino, favorecen la reducción de los niveles de colesterol LDL, el cual se acumula en las arterias.
Las hormonas femeninas fortalecen también los huesos, al impedir la pérdida de calcio y mantener la consistencia ósea.
Al llegar la menopausia, generalmente después de los 40 años, la cantidad de hormonas femeninas disminuye lentamente hasta cesar por completo.
Entonces, la mujer enfrenta múltiples problemas físicos y sicológicos que deben ser atendidos por especialistas para evitar trastornos de salud física y mental.
La mujer pierde la protección cardiovascular que tenía gracias a las hormonas, se incrementa en 50% el riesgo de que sufra algún problema cardiovascular (infarto al miocardio, hipertensión, enfermedad cerebrovascular), en comparación con un hombre de su misma edad.
La caída en la producción de estrógenos provoca el desarrollo de trastornos emocionales como ansiedad y depresión, así como descalcificación ósea que puede derivar en osteoporosis, enfermedad caracterizada por el debilitamiento de los huesos, lo que llega a ocasionar graves fracturas, difíciles y lentas de sanar.
El presidente de la AMEC comenta que para compensar esta deficiencia hormonal, existen Terapias de Reemplazo Hormonal (TRH) como Angeliq, elaborada con sustancias sumamente parecidas a las hormonas femeninas.
Son tratamientos altamente efectivos para erradicar los trastornos que provoca la menopausia, previenen la osteoporosis y mejoran el estado de ánimo.
Cuando la mujer recibe una TRH, tras la menopausia, sus niveles de estrógeno se equilibran, esto elimina la cascada de molestos síntomas como: ansiedad, pérdida del interés sexual, cambios en el ánimo, bochornos e insomnio. Particularmente, aquellos tratamientos que combinan estradiol y drospirenona reducen el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares, sumamente frecuentes durante esta etapa.
