¿REVOLUCIÓN? “No me acuerdo... 5 de Mayo... día de ¿qué?... Día de la Revolución, no, no, de la Batalla de Puebla”. VERÓNICA LÓPEZ, AMA DE CASA
Un sondeo realizado por el Siglo de Torreón entre niños, jóvenes y adultos, reveló que una parte confunde la celebración de hoy 5 de Mayo, con otras fechas importantes como: la Revolución Mexicana, mientras otros tantos saben el significado pero desconocen en qué año sucedió. Otra parte, de plano no sabían de qué se estaba hablando.
Sin embargo y pese a que una parte desconoce parte de la historia de la Batalla de Puebla, estudiantes, comerciantes y algunos empleados, gozaron de uno de los “puentes” más largos de este 2008, para recordar un día como hoy pero de 1862.
La Batalla de Puebla
Tras la Guerra de Reforma (1857-1861) el Gobierno Mexicano se encontró sin recursos para cubrir los gastos que ésta había generado. Fue así que en el año 1861, el entonces presidente de la República, Benito Juárez, estuvo obligado a suspender los pagos a la deuda externa por dos años para cubrir con las necesidades del país, lo que propició la intervención de sus acreedores.
España, Inglaterra y Francia, preocupados por el incumplimiento, llegaron a México. España en el año 1861 y las fuerzas inglesas y francesas al año siguiente. Con un ultimátum pedían un acuerdo, a lo que Juárez aceptó. Las naciones aliadas aceptaron y firmaron los Tratados de Soledad, pero en marzo de 1862 desembarcó en Veracruz el conde Laurencez con refuerzos para los franceses; cuando España e Inglaterra se dieron cuenta de su intención de derrocar al Gobierno de Juárez, declararon roto el acuerdo y se reembarcaron con sus tropas.
El 5 de mayo de 1862 las fuerzas mexicanas que constituían el ejército Oriente comandado por el general Ignacio Zaragoza y apoyado por los generales Miguel Negrete, Felipe Berriozabal, Juan N. Méndez y Porfirio Díaz, enfrentaron a los franceses.
El ejército invasor, que era en ese momento uno de los mejores en el mundo, fue rechazado en varias ocasiones al intentar tomar los fuertes. Los mexicanos, además de la artillería, también se defendieron con herramientas caseras. Por la tarde una fuerte granizada obligó a los franceses a retirarse del campo de batalla. El triunfo mexicano fue comunicado por el general Ignacio Zaragoza al presidente Juárez.
