El presidente chino se reunió la mañana de este martes con el convaleciente ex mandatario cubano Fidel Castro, a quien respeta y admira, dijo, para hablar principalmente de la crisis financiera mundial, la reunión del G-20 en Washington. (AP)
Hu Jintao, presidente de China, llegó a Cuba pensando en abrir un histórico capítulo en los países de América Latina, teniendo a Cuba como su puerta de entrada.
Su segunda visita como jefe de Estado a la isla —la primera fue hace cuatro años— estuvo presidida por una cascada de decenas de acuerdos y documentos que fortalecerá sus relaciones bilaterales restañadas después de la caída de la ex Unión Soviética.
Jintao sostuvo dos reuniones —una informal y otra oficial— con el presidente cubano Raúl Castro. Jintao y Castro ratificaron nuevos acuerdos de cooperación e inversiones en níquel, petróleo, turismo, transporte, biotecnología, telecomunicaciones, puertos, desarrollo vial, astilleros navales, educación, salud y biotecnología.
El presidente chino se reunió la mañana de este martes con el convaleciente ex mandatario cubano Fidel Castro, a quien respeta y admira, dijo, para hablar principalmente de la crisis financiera mundial, la reunión del G-20 en Washington y sobre los nuevos acuerdos comerciales firmados por su hermano Raúl, presidente actual de la isla, y el mandatario Chino.
Hu Jintao se sintió como en su casa. A su llegada el lunes por la noche fue recibido en el aeropuerto José Martí con danzas de su país. Fidel Castro lo recibió “como amigo fraternal”, según varios medios oficiales”, y pocas horas después el presidente Raúl Castro apareció sorpresivamente —no formaba parte del programa— en una visita que realizaba el Jefe del Gobierno de China a estudiantes asiáticos en Tarará.
Pero lo que dejo con la boca abierta a la delegación china, a los funcionarios cubanos y a periodistas fue que el presidente cubano, vestido con un traje gris, cantó junto a estudiantes una melodía en chino.
Hu Jintao no escondió su felicidad por lo que veía. En su discurso final aseguró que a pesar de la larga distancia que separa a China y Cuba, la amistad entre ambos pueblos se remonta a tiempos lejanos.